Cuando se descubre que triunfar es entregar la vida a Dios “Solo Javier” el relato de un hombre que supo dejarlo todo para tenerlo todo

La película empezará a proyectarse en los cines de España a partir de este viernes 12 de septiembre
De tenista de éxito a monje, pasando por las misiones, la vida de Javier ha iniciado su camino para ser declarado inicialmente venerable
Su hermano Fernando encuentra paralelismos entre la vida de su hermano entregada a Dios y a los pobres, y la suya al deporte y a la salud y el bienestar del prójimo
Mauricio es el primer devoto de su hermano y confía en que los frutos del testimonio de su hermano no han hecho más que empezar
Su hermano Fernando encuentra paralelismos entre la vida de su hermano entregada a Dios y a los pobres, y la suya al deporte y a la salud y el bienestar del prójimo
Mauricio es el primer devoto de su hermano y confía en que los frutos del testimonio de su hermano no han hecho más que empezar
| Vicente Luis García Corres (Txenti)

Javier dejaría una vida de éxito para buscar la felicidad. Viajó a Perú, ingresó en un seminario, adoptó la vida de ermitaño, fue pastor y cuando una enfermedad grave llamó a su puerta acabó en un convento de monjas de clausura como “una hermana” más y donde le atendieron hasta su muerte.
Bosco fims trae esta producción de Adauge con la dirección de Josepmaria Anglès, y que cuenta con el testimonio de familiares de Javier y personas que le trataron durante su vida y su enfermedad.
Precisamente hemos hablado con sus dos hermanos, Fernando y Mauricio sobre la película, la vida de Javier y el impacto que su testimonio ha podido dejar en ellos.
En Fernando y Mauricio
Fernando es el hermano que se marchó a Estados Unidos con Javier. Era, junto con su hermano, la pesadilla de su padre. Y como Javier vivió, disfrutó de la vida y encontró su vocación y su religión. Para Fernando su religión es el deporte, y vive la mística del deporte, va “a misa” todos los días, a ver por si no se me entiende, que no perdona un solo día hacer ejercicio y si recae en una lesión, para él esa es su “su noche oscura del alma”. Y toda esta similitud de términos la ha encontrado leyendo a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa de Jesús. Pero centrémonos en la entrevista.

¿Qué valoración haces de la película y en qué medida dirías que es fiel a la biografía de tu hermano?
Yo compartí mi vida con Javier durante 28 años, y podría decirse que es como cuando lees un libro y luego ves la película. Necesariamente la película no puede recoger todo el libro. Pero dicho eso a mi me ha sorprendido para bien. Porque el mensaje, la esencia está ahí. Se cuenta la historia de un chaval que lo tenía todo y dió un giro radical a su vida siendo muy coherente con su nueva opción de vida. Una coherencia que llevó hasta el final.
¿Qué detalle de la vida de Javier se ha podido olvidar y debería estar en la película?
Pues una parte que no queda muy reflejada es nuestra adolescencia, que fue tremendamente infeliz. Nuestro padre nos juzgaba por los estudios, su obsesión es que sacáramos buenas notas y no era así. No éramos buenos estudiantes.
¿Sientes que la vida de tu hermano debería postularse para un proceso de santidad en la Iglesia?
Santo fue. Pero es un título que no me corresponde a mí darlo.
¿Qué es lo que más destacarías de la vida y la personalidad de tu hermano?
Javier era como un niño, inocente y alegre. La esencia de niño no la perdió nunca. Seguramente eso le facilitó muchas cosas en su opción de vida.
¿Cómo ha afectado en tu vida la singular biografía de tu hermano?
La vida de Javier me ha afectado claro. Pero la verdad es que cuando él tomó su camino me facilitó emprender yo el mío. Él fue feliz con la vida que escogió y yo con la mía. Su muerte me afectó, como es lógico, pero sentí que él se fue con los deberes hechos, él había muerto para el mundo mucho antes. Él ha dejado un legado ejemplar de seguimiento a Cristo y de servicio a los pobres.
Vuestros padres están enterrados con Javier, ¿es ahora su tumba un lugar de peregrinación para la familia?
Yo no lo diría así. Para mi hermano Mauricio que acude con más frecuencia tiene una significación especial.
Imagino que la pregunta que solía hacer tu hermano y que quizá alguna vez te la hizo directamente la habrás pensado en alguna ocasión, no sé si compartirías la respuesta que hayas dado a “¿Qué harías si sabes que te queda una semana de vida?
Haría lo mismo que ahora. Mi vocación es el ejercicio y el deporte. A través del entrenamiento ayudo a los demás, es para lo que yo he nacido, para el deporte. Si me dieran la noticia pensaría en la bici que podré hacer en ese plazo.

Foto de los hermanos Sartorius Jorge, Mauricio, Myriam, Fernando y Javier
Mauricio es el otro hermano de Javier. Tiene una visión más espiritual de la vida de su hermano, de hecho es el adalid de su causa. Lo vive con orgullo, confiado y sabedor de que solo el proyecto de la película ha dado ya frutos. Por otro lado es un liante y me retó a llevar la película a Vitoria-Gasteiz, reto que naturalmente acepté. Pero escuchemos las respuestas a las mismas preguntas que le hice a su hermano.
Valoración de la película
A la película le doy un 8 de nota, pero porque soy muy perfeccionista. Y porque creo que hay una parte de la vida de mi hermano que no sale y considero importante. Es su paso por Texas. Cuando se rompe el cordón umbilical con mi padre ellos marchan a Dallas, Texas. Y allí se produce un punto de inflexión importante. Por lo demás creo que refleja muy bien lo que fue la vida de Javier.
¿Javier debería ser proclamado santo?
Me encantaría. Pero no me preocupa. (aquí un inciso que me amplió más tarde Mauricio la información: El que fuera rector del Seminario donde ingresó Javier, Monseñor Norbert Miracle, escribió 10 años después de la muerte de Javier una carta al obispo de Solsona proponiendo iniciar la causa de beatificación de Javier. El inicio de esa causa llevó poco después a realizar este documental) Otra cosa es que yo piense que, con palabras mayúsculas, mi hermano es un santo.
¿Qué destacas de la vida de tu hermano, de su forma de ser?
Primero la alegría, con Javier nunca te ibas a aburrir. Tremendamente humilde. Nunca juzgaba a nadie. Y tercero la radicalidad de su opción de vida.
¿Cómo ha afectado a tu vida su biografía?
Cuando Javier fallece el 21 de junio de 2006 yo vivía en Pekín y allí me llegó la noticia cuando hacía escasamente una semana había hablado con él. A partir de su muerte empecé a releer las cartas que me escribió y que algunas tenía incluso sin leer. Y puedo decir que desde entonces mi vida cambió, cambió mi vida personal y profesional. Empecé a tener a Javier como referencia. Sin duda hay un antes o después en mi vida tras su muerte. Javier me dejó una ruta de viaje que se debía sostener en tres pilares: el silencio, la formación y la caridad. Y eso ha presidido mi vida en los últimos años.
(Otro inciso. el inicio de la causa ha llevado también a la publicación de un libro en el que se recogen varias de estas cartas de Javier)

Y para terminar, la pregunta de tu hermano:¿Qué harías si sabes que te queda una semana de vida?
La respuesta correcta es seguir haciendo lo mismo, pero siendo honrado no lo sé con certeza. Aunque me imagino que estaría muy cerca de la respuesta correcta mi reacción. Creo que sí, que me levantaría por la mañana como siempre, haría mis oraciones y al mediodía comería con mi mujer como cada día. No creo que haría cosas extraordinarias.
Javier me dijo la semana antes de morir que es importante “tener la maleta hecha” siempre.

Non solum sed etiam
“Solo Javier” es un film que se deja ver, mantiene el interés del espectador, relata la historia cronológicamente desvelando poco a poco la personalidad de Javier y su transformación.
Pero, por algún motivo especial ha llamado mi atención el siguiente testimonio que creo lo realiza un sacerdote compañero de Javier, y dice: “Yo creo que lo que le ocurrió a Javier es una historia que se repite maravillosamente bien en tantas personas. Y la maravilla es que quien se arriesga a visitar, aunque sea una visita fugaz, casi de turista, la obra misionera de la Iglesia, queda maravillado e impactado ante las vidas tan sumamente inexplicables de aquellos que tienen el honor y el privilegio de llamarse misioneros.”
Y es una verdad que he podido constatar muy de cerca. El Curso Norte Sur de Misiones Diocesanas Vascas ha dado la oportunidad a muchas personas de vivir esa experiencia, y poco o mucho quienes acuden quedan tocados de por vida. No todos hacen opciones tan radicales como Javier, pero introducen algunos valores, algunos criterios de vida, de austeridad, de solidaridad, de consumo responsable, de empatía con el prójimo que cambia sus vidas. Quizá porque lo he visto he dado importancia a esta frase.
Y permitidme una segunda reflexión. Hace unos días le hacían una entrevista al jugador Yamine Lamal y decía que lo quería “todo”, refiriéndose a los trofeos y reconocimientos deportivos. Hace unos días el modelo e influencer Pablo García, comunicaba su decisión de ingresar en el Seminario para discernir su posible vocación al sacerdocio. Dos ejemplos de jóvenes que lo quieren “todo”, como Javier, pero cada uno tiene su particular visión de ese “todo”.

Hoy, cuando en Roma se está beatificando al primer santo milenial el testimonio de Javier gana más actualidad si cabe, y quizá dentro de unos años en Roma se despliegue su imagen como una propuesta más de camino a la santidad.
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