Vitoria recibía este jueves en preestreno la película “Francisco, el padre Jorge”. Esta producción hispano argentina, dirigida por el argentino de origen gallego Beda Docampo , se centra en tres momentos clave de la vida de Jorge Bergoglio antes de ser nombrado Papa: Su juventud, con sus amores y su ingreso en el Seminario pese a la fuerte oposición de su madre, pero con las bendiciones de su abuela Rosa; También se aborda su papel en la vida social desde su condición de sacerdote, jesuita , obispo y arzobispo de Buenos Aires (Aquí se desarrollan escenas separadas que recorren todo este periodo); y por último los dos últimos cónclaves. El primero porque su nombre ya empezó a sonar con fuerza y el segundo porque ya es elegido para suceder a Benedicto XVI quien con su renuncia hace un gesto que ha marcado historia. El personaje que va hilando la historia es una periodista española, de madre argentina y padre español, que por azar acaba siendo enviada a cubrir el conclave del que el cardenal Ratzinger saldría como Papa. Allí conoce a Bergoglio y nace una amistad entre ellos que le hará seguirle y confiarle algunos secretos de su vida.
La película se pone en cartelera este viernes 18, pero, Javier, el gerente de los cines VESA propuso a la delegación de pastoral juvenil y al Servicio Diocesano del Laicado la posibilidad de ofrecer un pase gratuito de preestreno. En la sala abarrotada se pudieron ver muchas caras conocidas de la vida diocesana: sacerdotes, miembros de diversas delegaciones diocesanas, religiosas de algunos centros escolares concertados, profesores de religión, catequistas y también algunos jóvenes.
Al principio de la película una guía turística desvela cómo quisiera el Papa Francisco pasar a la posteridad: “que digan de mí que fui un buen tipo”, y esa sensación es la que queda al final de la película para algunos de los espectadores.
Al público le llegan y sonríe con los golpes de humor argentino:“- padre soy un gran admirador suyo. – Hijo, no pasa nada, todos cometemos algún error en la vida.”; con ese sutil toque mordaz: - usted señora es de la teoría del contenedor. - ¿Cómo? - sí, que es de las que piensan que a los pobres habría que tirarlos a la basura”. Un humor que es transversal en la vida del Papa Francisco y del que hoy sigue haciendo gala en muchos momentos.
La película es recomendable. No pertenece a las grandes superproducciones del cine americano, pero sí encaja en ese tipo de cine que se está volviendo a recuperar. “Francisco, el padre Jorge” se suma a una cadena de producciones que podrían tener como referentes a dos grandes actores y productores: Mel Gibson y José Manuel Cotelo. El Primero con la producción animada de “El Hombre que hacía milagros” y más tarde con “La Pasión”, y Cotelo, desde la productora Infinito + 1 con dos películas que han logrado hacer taquilla a lo grande:” La última Cima” y “Tierra de María”. Estas cuatro películas han sido el faro en que otros se han fijado para recuperar un género, el del cine religioso. No quiero decir que antes no se hayan hecho películas con una importante carga religiosa en su argumento, pero “descaradamente religiosas” no. Eso nos retrotrae en Vitoria al menos a los años 60 y 70 cuando en el salón de actos de la parroquia de Los Desamparados, D. Javier Illanas ofrecía títulos con una fuerte carga religiosa y moral y entremedia metía alguna película de vaqueros, un género que le encantaba.
Producciones con contenidos religiosos son muchas, y de hecho la semana de cine espiritual organizada por la delegación de jóvenes ha traído a las carteleras títulos que para nada han podido oler a incienso pero de los que en el fórum posterior se les pudo sacar partido para la reflexión y el debate. Esta semana, en cierto modo, propone ver el cine con los evangelios en una mano y buen cine en la otra.
Si bien el cine, puramente religioso, en nuestro país se remonta casi a Marcelino Pan y Vino, hay que reconocer que evangélicos y protestantes nos llevan la delantera a los católicos en lo que a la comunicación audiovisual se refiere. Hace años que estas comunidades trabajan en el séptimo arte, y no me refiero a las producciones del Michael Landon y su “autopista hacia el cielo” por ejemplo: tenemos títulos como “prueba de fuego”, “Jesús de Nazaret”, ,o la serie de dibujos “Grandes Héroes y Leyendas de la Biblia”. A veces los colegios católicos desbarran en la selección de películas, acudiendo a títulos inadecuados e inapropiados por no hacer el ejercicio de buscar con un poco de criterio y un pequeño presupuesto.
La película “Francisco, el padre Jorge” se deja ver, quizá para las nuevas generaciones debería acompañarse previamente de un mini documental de escasos cinco minutos donde se presente el marco histórico en el que se desenvuelven los años de Bergoglio antes de ser elegido Papa. Desde el Gobierno de Perón y de su mujer Eva, el ascenso político y la confianza depositada en algunos mandos militares que serían luego los protagonistas de unas de las décadas más sanguinarias de Argentina, la dictadura militar del comandante Jorge Videla , la sucesión para una transformación en república democrática con dos presidentes (Alfonsín y Menem) que fueron manejando los juicios y los indultos a los máximos responsables de la dictadura argentina. Mientras, la Madres de la Plaza de Mayo ganaban popularidad fuera de sus fronteras con la denuncia de sus familiares desaparecidos, torturados y asesinados, sin dejar rastro de sus cuerpos y la denuncia de la cruel venta y reparto de niños de los desaparecidos entre las clases pudientes de los afines al régimen golpista. Todo ello generó pobreza, falta de trabajo y delincuencia, siendo la droga su más sangriento exponente. La historia de Argentina sigue teniendo muchas asignaturas pendientes. Este sería un posible guión que podría ayudar a enmarcar la historia de Bergoglio en sus primeros años.
Otro detalle a tener en cuenta es el vocabulario y la comprensión de algunos términos que a muchos nos parecen “familiares”: distinguir entre ateo y agnóstico, traducir algunos términos propios del lenguaje descriptivo argentino, el significado de algunos símbolos y la trascendencia o no de renunciar a ellos. Francisco ha hecho gala de su sencillez en la ropa, como un signo más de ese evangelio que está dispuesto a testimoniarlo en vida.
El nulo parecido físico del actor que interpreta a Bergoglio, Darío Grandinetti no es un obstáculo para ver al papa porteño en sus andares y en la calidez de una voz que recuerda a la de Francisco. Por su parte Silvia Abascal hace un gran trabajo en el que se puede apreciar la evolución de una persona antes y después de conocer a Jorge Bergoglio.
El director y guionistas han intentado condensar en 100 minutos de cinta todos los aspectos que identifican al padre Jorge: su preferencia por el transporte público, su afición al futbol, su opción por los pobres, su posicionamiento cauto pero firme ante la dictadura de Videla, su carácter socarrón, su gusto por el mate, su imagen de cura de parroquia que conoce y llama a los fieles por su nombre, come en sus casas y recuerda las penas de cada uno. También refleja la imagen de un hombre devoto de la Virgen de los nudos, de un sacerdote que comunica la Misericordia de Dios.
Los vitorianos (y entiéndase en esta ocasión como los diocesanos de la Diócesis de Vitoria) tienen la oportunidad de ver una película interesante, que complementa y ayuda a entender un poco por qué Bergoglio es hoy el Papa Francisco, por qué sigue calzando sus zapatos negros y porqué le sigue gustando que le llamen “padre Jorge”.
Non solum sed etiam
Fui a ver la película con mis hijos y de regreso a casa pudimos comentar algunas cosas. Al final me hacía la pregunta: ¿merece la pena ir a ver la película? ¿se puede animar a que la gente la vea?
Pues sí, la verdad es que sí. Es un género muy particular. No tienen grandes escenarios, ni asombrosos efectos especiales, no precisa de escenas creadas por ordenador, no precisa visionarse en 3D, no usa especialistas para las escenas de riesgo, hay referencias a la violencia pero no hay sangre, hay referencias al amor pero no hay escenas de sexo, cuenta con grandes actores, no con “super stars”. Sencillamente es una película. Un buen trabajo hecho con las herramientas del séptimo arte y que contiene los elementos básicos y necesarios: Una historia que contar y unos protagonistas para esa historia. El drama, la intriga y la comedia están presentes pero ninguno califica la obra en su conjunto.
Dentro de la oferta audiovisual esta película nos ofrece la posibilidad de acercarnos a uno de los personajes más importantes e influyentes de la historia de hoy. Por lo tanto, para un católico, la película es interesante, pero para cualquier persona que quiera saber algo más del Papa Francisco, también puede ser interesante.