Manuel Irujo, cristiano, demócrata y vasco La biografía de un político navarro fiel a su ideología nacionalista y a su fe

La biografía de un político navarro fiel a su ideología nacionalista y a su fe
La biografía de un político navarro fiel a su ideología nacionalista y a su fe

Defensor de la Provincia eclesiástica vasca

Este viernes se presentó en el Museo San Telmo de San Sebastián la obra “Manuel Irujo, cristiano, demócrata y vasco” escrita por Patxi Agirre. En la presentación el autor estuvo acompañado por el ex alcalde de San Sebastián Xabier Albistu y el catedrático de Hª Contemporánea de la UPV/EHU Santiago de Pablo.

Manuel Irujo fue una figura destacada de la política nacional al ejercer como Ministro de Justicia en los gobiernos encabezados por Francisco Largo Caballero y Juan Negrín. 

Como se recoge en el prólogo de este libro editado por el Ministerio de Justicia, su objetivo es “arrojar luz sobre la influencia e importancia que la religiosidad cristiana tuvo en la conformación ideológica y en la praxis política de uno de los máximos exponentes de la modernización del nacionalismo vasco de la primera mitad del siglo XX.”

Manuel Irujo nació en Estella, en el seno de una familia numerosa y de profundas raíces cristianas. En su entorno familiar la presencia de religiosos fue notable y muy influyente. 

Formó parte de la Adoración Nocturna en Estella, una asociación cristiana de culto a la eucaristía en auge en aquellos años de comienzos del siglo XX. 

Manuel Irujo fue un hombre no solo de profundas convicciones cristianas sino de prácticas religiosas diarias, como el rezo del ángelus. 

De igual manera bebió de las fuentes del nacionalismo vasco y de esa religiosidad que se vivía en el País Vasco que unía tanto la identidad religiosa con la identidad vasca. 

Como se señala en esta publicación, “En 1908, Manuel Irujo se afilió al PNV; fue miembro del Centro Vasco y de Juventud Vasca y del Batzoki de Deusto (Bilbao). La muerte de su padre en 1911 propició su mayor dedicación política”.

La vida personal y política de Irujo discurre paralela a la historia del catolicismo nacionalista vasco. 

La obra no es solo un recorrido biográfico de Manuel Irujo sino un relato también de la España de aquellas décadas. Se recogen acontecimientos como la Asamblea de municipios vascos en la que se “aprobó por aclamación la enmienda presentada por los alcaldes de Azpeitia, Bergara, Tolosa, Andoain y Zumaia, por la cual el Estado Vasco se reservaba la facultad de regular las relaciones con la Iglesia y de firmar un concordato con el Vaticano”.

Manuel Irujo participó en una importante visita que el PNV preparó al Vaticano, “con el objetivo de trasladar, si fuera posible al Sumo Pontífice, la posición de su formación en relación con cuestiones de organización eclesial, relaciones Iglesia-Estado, etc. La preparación de este viaje estuvo precedida de multitud de contactos de alto nivel entre representantes del PNV, sacerdotes vascos y miembros de la jerarquía vaticana”. Como la

visita al nuncio en España, Monseñor Tedeschini, “trasladándole la solicitud de creación

de una archidiócesis vasca, el empleo del euskera en las misas y la neutralidad de la jerarquía eclesiástica en relación con el nacionalismo.”

Años más tarde, en 1971, Manuel Irujo en una carta dirigida al arzobispo de Pamplona que había sido nombrado para un cargo en Roma le recordaría una demanda, que sigue hoy latente, de incorporar al arzobispado navarro a las diócesis de Bilbao y Vitoria, creando así la anhelada  provincia eclesiástica vasca. 

Manuel Irujo tras el fin de la Guerra Civil tuvo que exiliarse aunque ello no mermó su compromiso político desde el exilio. 

“Su vuelta fue acogida con entusiasmo no solo por sus correligionarios, sino por todos los

que anhelaban la restitución de la democracia. Así lo demuestra el homenaje que le tributó el Ayuntamiento de Pamplona el 26 de marzo, solo dos días después del fin de su largo exilio. En las primeras elecciones democráticas, celebradas en junio de 1977, fue elegido senador, representando a Navarra por su partido, dentro de la coalición Frente Autonómico. Dos años después, pasó a ser parlamentario foral de Navarra. En esta última fase de su vida, no menguó su preocupación por el hecho religioso, en lo referente tanto a la dimensión social como a la política. Manuel Irujo falleció el 1 de enero de 1981”.

Este libro de casi 300 páginas es un repaso a la historia tomando como hilo conductor la biografía de quien fuera un político comprometido con su ideología y con su fe. 

A través de este enlace se puede acceder al libro de manera on line. 

https://www.santelmomuseoa.eus/m/agenda-detalle.php?id=10799&lang=es

Non solum sed etiam 

En vísperas del Día del Libro me congratula presentar un post con un libro como protagonista. Un libro además al que se puede acceder on line y que habla de la historia más reciente pero que sigue marcando de alguna manera nuestro día a día en algunos temas. Si alguno se anima a acercarse a esta obra espero la disfrute. 

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