Terapia de las Bienaventuranzas Atrévete a ser feliz
(Xabier Pikaza).- Presenté ayer la primera lectura del día de los Santos: El Cielo del Cielo (Apocalipsis de Juan). Hoy quiero presentar la segunda, que es del evangelio: El Cielo en la Tierra, atrévete a ser feliz, por lo que eres y por lo que haces, como dice Jesús en Mt 5.
Desde el siglo XVIII en adelante se ha criticado al cristianismo por muchas cosas: Por un problema social (Marx), psicológico (Freud), de cultura científica (Comte...). Pero la crítica más fuerte de todas ha sido sigue siendo la de F. Netzsche, en Así habló Zaratustra (De los sacerdotes). A su juicio, los cristianos hemos hecho del evangelio anti-evangelio (dis-angelio):
Nietzsche piensa que los sacerdotes cristianos (él se fija sobre todo en los protestantes alemanes) han destruido el poder de la felicidad, han negado al hombre, han condenado la alegría...
"¡Oh, contemplad esas tiendas que esos sacerdotes se han construido! Iglesias llaman ellos a sus cavernas de dulzona fragancia....¡Oh, esa luz falsa, ese aire que huele a moho!... Ellos llamaron Dios a lo que les contradecía y causaba dolor: y en verdad, ¡mucho heroísmo había en su adoración! ¡Y no supieron amar a su Dios de otro modo que clavando al hombre en la cruz!
Mejores canciones tendrían que cantarme para que yo aprendiese a creer en su redentor: ¡más redimidos tendrían que parecerme los discípulos de ese redentor! Desnudos quisiera verlos: pues únicamente la belleza debiera predicar penitencia...".
Dejo para otro día la crítica de Nietzsche, que supo ver el problema, pero no ofreció solución, ni supo indicar el lugar de la felicidad, ni la verdadera voluntad de vida de Dios y de los auténticos cristianos.
Pero todavía algunos que se dicen de Jesús caen (caemos) en la crítica de Nietzsche... Parece que queremos crucificar al hombre en vez de liberarle... Les imponemos leyes más que ofrecerles caminos de evangelio Cosas se esas se han oído y parecen oírse todavía en algunos discursos llamados cristianos...
En contra de eso, el verdadero Jesús que no quiso crucificar a los hombres sino "bajarles de la cruz" (y por eso asumió él la cruz de verdad, para que otros no murieran crucificados, cosa que Nietzsche no entendió...) nos sigue ofreciendo un programa de felicidad.
Atrévete a ser feliz..., desde el fondo de la vida, desde la voluntad del amor, desde la fidelidad a los demás... Atreveos a ser felices... Escuela de felicidad ha de ser nuestra iglesia... Ése quiere ser el mensaje del día de los Santos.
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