(Dado en Jerusalem, tal día como hoy).- Yo, Jesús de Nazareth, viendo próxima mi hora y estando en posesión de plenas facultades para firmar este documento, deseo repartir mis bienes entre las personas más cercanas a Mi. Mas siendo entregado como cordero para la salvación de la Humanidad, creo conveniente repartir entre todos. Y así les dejo:
Todas las cosas que desde mi nacimiento han estado presentes en mi vida y la han marcado de un modo significativo:
La estrella, a los que están desorientados y necesitan ver claro para seguir adelante, y a todo aquel que desee ser guiado y/o servir de guía; el pesebre, a los que no tienen nada, ni siquiera un sitio para cobijarse o un fuego donde calentarse y poder hablar con un amigo.
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