¿Por dónde va a encaminar su ministerio el nuevo papa" Las opciones de León XIV

León XIV
León XIV

"La expectación que suscitó el reciente cónclave fue respondida, con cierta sorpresa, en la elección de Robert Prevost quien asumió el ministerio papal con el nombre de León XIV"

"Ahora es necesario comprobar por dónde va a encaminar su ministerio el nuevo papa y cómo responderá a los desafíos que el mundo actual plantea a la Iglesia"

"Para ofrecer algunas pistas de respuesta, la homilía que León XIV pronunciara en la misa del inicio de su ministerio petrino, este pasado domingo, había suscitado especial atención"

La expectación que suscitó el reciente cónclave fue respondida, con cierta sorpresa, en la elección de Robert Prevost quien asumió el ministerio papal con el nombre de León XIV.

En medio de sus  diferencias, los cardenales electores lograron un acuerdo mayoritario que parece haber respondido a las diversas posiciones. Dada su trayectoria desde su origen norteamericano, su larga experiencia pastoral peruana, su función como prefecto del Dicasterio para los Obispos y, también, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, ofrecía un perfil adecuado, después del papa Francisco, para una Iglesia en cambio, en diálogo, ante un mundo conflictivo, desangrado por guerras cruentas, amenazas destructivas, alejado de un paz en la justicia.

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Ahora es necesario comprobar por dónde va a encaminar su ministerio el nuevo papa y cómo responderá a los desafíos que el mundo actual plantea a la Iglesia, en qué formas irá realizando la renovación eclesial iniciada por Francisco y diseñada en el Sínodo de la Sinodalidad y cómo avanzar en la deseada unidad cristiana y en la relación con otras religiones.

León XIV pronuncia su primera homilía como papa

Para ofrecer algunas pistas de respuesta, la homilía que León XIV pronunciara en la misa del inicio de su ministerio petrino, este pasado domingo, había suscitado especial atención.

En el marco suntuoso de la explanada del Vaticano, ante numerosos fieles, cardenales y obispos, representantes de Estados, en una homilía breve y densa sintetizó el carácter que quiere dar a su ministerio, su orientación básica y sus líneas preferenciales.

Subrayo aquellos aspectos que, a mi entender, destacan lo que va a caracterizarlo.

Continuidad de la línea sinodal: “caminar juntos”

Su alusión inicial al papa Francisco en este momento, como en otros anteriores de estos días, indican con claridad su intencionalidad de asumir su legado en las dimensiones más significativas que han ido definiendo el ministerio de su antecesor a las que, sin duda, irá dando su impronta personal.

Subrayó lo que para él exige y espera del ministerio que le ha sido confiado como “pastor capaz de custodiar el rico patrimonio de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de mirar más allá, para saber afrontar los interrogantes, las inquietudes y los desafíos de hoy”; desde un talante claramente  sinodal, “caminando juntos… como hermanos”, asumiendo su responsabilidad “con  temor y temblor… como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”. Todo ello movido y fundamentado en el amor,  que conduce a ”la comunión fraterna, en la armonía del Espíritu, en la convivencia de las diferencias”.

En la unidad de la Iglesia y diálogo con las religiones

El amor, fuente inspiradora de la Iglesia, que proviene de Dios, nos encamina “por la vía que hemos de recorrer juntos, unidos entre nosotros, pero también con las Iglesias cristianas hermanas, también con quienes transitan otros caminos religiosos, con aquellos que cultivan la inquietud de la búsqueda de Dios, con todas las mujeres y los hombres de buena voluntad, para construir un mundo nuevo donde reine la paz”.

En audiencia a representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales y de otras religiones, este pasado lunes, afirmaba: "Deseo asegurar mi intención de proseguir el compromiso del papa Francisco en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia católica y en el desarrollo de formas nuevas y concretas para una sinodalidad cada vez más intensa en el ámbito ecuménico".

Encuentro Ecuménico – Arquidiócesis de Tijuana

En este encuentro destacaba la necesidad de un diálogo también con el resto de religiones; en concreto afirmaba que "el diálogo teológico entre cristianos y judíos sigue siendo siempre importante y es muy valioso para mí. Incluso en estos tiempos difíciles, marcados por conflictos y malentendidos, es necesario continuar con entusiasmo este diálogo tan valioso". Subrayaba "las relaciones entre la Iglesia católica y los musulmanes han estado marcadas por un compromiso creciente con el diálogo y la fraternidad, favorecido por el aprecio hacia estos hermanos y hermanas que adoran al único Dios ".

Invitaba a “construir puentes entre nuestras comunidades".

Ante la injusticia en un mundo de violencia y odio: la paz

Esta Iglesia, como signo de unidad y comunión, debe ser  “fermento para un mundo reconciliado”. León XIV denuncióuna situación de “demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres de ese mundo”. Son palabras que recuerdan la misma denuncia del papa Francisco en la Evangelii gaudium: “...hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata”.

Ante jefes de estado y representantes de diversos países el Papa ha dejado claro su compromiso e implicación en la justicia y la paz, en la solidaridad de la Iglesia con el mundo para lograr la fraternidad universal, en el diálogo abierto y consecuente, en el cuidado de una tierra explotada y contaminada por intereses económicos, en la igualdad frente a tantas injustas desigualdades de una economía para  beneficio de los más fuertes afirmando, en contraposición, su atención preferente a los  pobres,  débiles, marginados.

En este mundo de odios y enfrentamientos, León XIV en su homilía ha clamado que “¡esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio. Con mi predecesor León XIII, hoy podemos preguntarnos: si esta caridad prevaleciera en el mundo, «¿no parece que acabaría por extinguirse bien pronto toda lucha allí donde ella entrara en vigor en la sociedad civil? (Carta enc. Rerum novarum, 20)». La caridad social deberá ser, por tanto, la impronta de la misión pastoral de Iglesia, abierta al mundo, misionera, auténtico hospital de campaña, liberadora…

Una vez celebrados los solemnes actos protocolarios…   

Las líneas básicasreferenciales que León XIV quiere que conduzcan su ministerio están, por tanto, claramente marcadas en su homilía y en otras intervenciones de estos días. Iremos viendo de qué forma se realizan e implementan ante la urgencia de una Iglesia que necesita un profunda renovación y en un mundo de enfrentamientos y situación amenazadora donde las personas y pueblos más pobres sufren las graves consecuencias de injusticias flagrantes.

Pero esta espera no puede ser pasiva, sino implicada, comprometida y eficaz ya desde las bases de la Iglesia y, en primer lugar, en la sinodalidad que está por realizarse. Es necesario pasar a la acción, al cambio en cada una de las diócesis donde el ‘Documento final del Sínodo’ debe implementarse, lo mismo que las propuestas para la Iglesia local que se expresaron en los encuentros para esa asamblea. Las relaciones y estructuras deben renovarse en profundidad con libertad, igualdad  y pluralismo. Los ministerios pastorales tienen que superar la discriminación de género. Las Facultades de Teología deben “ser constructores de puentes de integración entre las Américas y la Península Ibérica, trabajando por la justicia ecológica, social y ambiental”, ha insistido en su encuentro de estos días.

"León XIV ha diseñado sus líneas a fin de que la Iglesia, como ya indicó el Concilio Vaticano II en Gaudium et spes, 'dé pruebas de solidaridad, respeto y amor a  toda la familia humana… colabore en la fraternidad universal'"

Urge que la primavera de la esperanzaque hizo brotar el ministerio de Francisco empiece a dar sus frutos ahora. León XIV ha diseñado sus líneas a fin de que la Iglesia, como ya indicó el Concilio Vaticano II en Gaudium et spes, “dé pruebas de solidaridad, respeto y amor a  toda la familia humana… colabore en la fraternidad universal” y en la  realización de la paz que se basa en  la justicia y en el amor en una humanidad reconciliada.

El clamor de tantas personas y pueblos pobres, el sufrimiento de las víctimas de tantas guerras, el deterioro de nuestra casa común reclaman con urgencia apremiante respuestas eficacespor parte de la Iglesia de colaboración para lograr desde la justicia social y derechos humanos, desde la solidaridad entre los pueblos, desde el cuidado de la tierra, la paz en nuestro mundo.

Sinodalidad, aportes al proceso sinodal- Primeras ideas – Joaju

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