REDACCIÓN P+D
El Cardenal Kasper, sin duda en el mejor ejercicio de su buena fe, ha propuesto la creación de un catecismo ecuménico como base para avanzar en el diálogo entre confesiones cristianas. Sin embargo, esa base que se quiere poner es perpetuar la ceremonia de la confusión en que se ha convertido el diálogo ecuménico actual.
Siempre hablando desde nuestra perspectiva, parece que el ecumenismo institucional católico-protestante es más importante que la auténtica unidad. Como si el matrimonio fuese más importante que el amor.
Así, algunas iglesias e instituciones evangélicas –generalmente las de mayor corte conservador o liberal- se abrazan a un ecumenismo con la Iglesia católica vacío y difuso. Unos porque confunden moral con fe, y otros porque como no creen en casi nada, les da igual seguir sin creer junto a la Iglesia de Roma.
Puede leer aquí el editorial completo de la Dirección de Protestante Digital titulado Ecumenismo y Babel