Palmero reclama solidaridad en tiempos de crisis

Cuenta T.R. en Las Provincias que el obispo de la diócesis de Orihuela Alicante, Rafael Palmero, reclamó ayer en la homilía que pronunció durante la misa que se celebró en la plaza del monasterio de la Santa Faz solidaridad y ayuda para quienes padecen necesidad en tiempo de crisis. Palmero refirió que son muchas las personas que pasan por una situación preocupante, que necesitan ser atendidos en estos momentos delicados , y alentó a los cientos de fieles devotos que asistieron a la Eucaristía, presidida por la reliquia de la Santa Faz, a que mostrasen una actitud cristiana hacia los necesitados.

"Si le echamos una mano verán el rostro de Cristo que se proyectará en quienes sufren y padecen", señaló, al tiempo que recordó las palabras de Jesús "tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber", para reclamar la solidaridad con quienes lo pasan mal, "porque lo que hagamos a nuestros semejantes lo haremos con Jesús".

El obispo señaló que las aportaciones que hicieron ayer los fieles durante la celebración de la misa se destinarían a Cáritas Diocesana, que atienden a multitud de personas con dificultades económicas, y a las monjas Clarisas de la Santa Faz que también ayudan a los necesitados.

En la homilía, Rafael Palmero también animó a los fieles a seguir peregrinando hasta la Santa Faz como se ha venido haciendo durante siglos. "Porque este es un signo de nuestro peregrinar por la vida", afirmó, y añadió que son miles los peregrinos que se acercan hasta el monasterio de la Santa Faz, para terminar con un recuerdo "de todos aquellos que ya no están con nosotros, pero que estarán viendo el rostro de Cristo".

También señaló que "este caudal humano que cada año acude a venerar el rostro de Cristo representa al pueblo de Dios en su peregrinar", que no acabará porque "después vendrán otros, que han de ser concebidos y tiene que nacer y que nos seguirán". Una defensa de la vida que también hizo el deán de San Nicolás, Ramón Egío, que en el vía crucis que se celebra en el recorrido de la Peregrina reclamó la protección de la vida desde la concepción hasta el nacimiento.

La misa oficiada en la plaza de la Santa Faz se iniciaba poco después de la llegada de la comitiva cívico religiosa, encabezada por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el propio obispo, Rafael Palmero, junto a lo miembros del Cabildo catedralicio, que recorrieron en romería portando un réplica de la Santa Faz los siete kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás del caserío donde se halla el monasterio en el que se encuentra la reliquia. Comitiva que estuvo integrada también, entre otros, por el ex alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, acompañado de su hija Elisa, ambos diputados en les Corts.

Poco después, siguiendo la tradición, la comitiva oficial acudió hasta el camarín donde se guarda la reliquia, el sudario con el que según la tradición la mujer Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario, con el fin de abrir el sagrario y sacar la Santa Faz para trasladarla bajo palio desde el camarín hasta la plaza del Monasterio. Lugar en el que se colocó en el altar que presidía la celebración de la Eucaristía y en la que intervino la Coral Tabaquera.

La presencia de la reliquia dfue recibida por los cientos de fieles que asistieron a la misa, incluso desde las azoteas de las casas que rodean el espacio de la plaza, con emoción y fervor y con aplausos y gritos de ¡Faz Divina. Misericordia!
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