Los Reyes inauguran la nueva biblioteca de la Universidad de Deusto

Ubicado en Abandoibarra, el escaparate económico y cultural del Bilbao de vanguardia, enfrente de la Avenida de las Universidades, que discurre al otro lado del cauce de la Ría, y orientado hacia el Museo de Frank Gehry. El arquitecto de Tudela Rafael Moneo Vallés ha firmado por primera vez en la capital vizcaína una obra de diez plantas -cinco subterráneas-, de piel acristalada -su enseña- y esquinas redondeadas cuya construcción comenzó en agosto de 2005.
Desde la calle se verá a la gente leyendo en unas instalaciones llamadas a «jugar un papel fundamental en la construcción de sociedades avanzadas, donde el principal elemento competitivo es el conocimiento», subrayó Jaime Oraá, rector de la Universidad de Deusto. El inmueble de Moneo conecta «de puerta a puerta», vía la pasarela peatonal Padre Arrupe, con el resto del campus bilbaíno de la Universidad, que ha formado a 70.000 estudiantes en sus 122 años de historia.
Don Juan Carlos y doña Sofía presidieron a mediodía, mientras un aguacero se derramaba sobre la ciudad, la apertura oficial de una biblioteca con capacidad para mil usuarios. Y no sólo serán estudiantes de Deusto. Cualquier ciudadano podrá acceder a ella tras obtener un permiso. El lehendakari Juan José Ibarretxe, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, el secretario de Estado de Universidades, Màrius Rubiralta, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y el propio arquitecto fueron algunas de las numerosas autoridades que acompañaron a los monarcas en la última de las frecuentes visitas realizadas recientemente a Euskadi por miembros de la Familia Real.
El pasado noviembre, el Rey ya recaló en Bilbao para celebrar las bodas de plata de la Confederación Empresarial Vasca, Confebask. Días después fueron los Príncipes de Asturias quienes, en Vitoria, hacían entrega de los premios anuales de la Cámara de Comercio e Industria de Álava. En el mes de mayo, don Felipe y doña Letizia habían presidido la entrega de los galardones de Novia Salcedo en Bilbao y, en abril, clausuraron un curso dedicado al ilustre bilbaíno Diego María de Gardoqui y Arriquibar en el Guggenheim.
Serenos y sonrientes, interesados por la destreza del dantzari durante el aurresku de bienvenida y sorprendidos por la distribución y la «comodidad» de los espacios en un edificio que desprendía olor a nuevo, los Reyes recorrieron las instalaciones guiados por el rector Jaime Oraá y la directora de la nueva biblioteca, Nieves Taranco. Doña Sofía, que eligió un traje violeta y zapatos negros de charol para la ocasión, quiso comentar con Rafael Moneo los detalles de la ejecución de la obra. El monarca, dando muestra de su buen talante, compartió alguna que otra broma con el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. La protocolaria firma de autoridades tuvo lugar poco antes de los discursos, reservados únicamente al rector de la Universidad y el obispo Ricardo Blázquez, que eligió para bendecir el lugar unas palabras del apóstol Santiago.
Crisis y terrorismo
Ante un auditorio formado por doscientos invitados de honor procedentes del mundo empresarial, educativo y político, Jaime Oraá glosó las siete ocasiones en que la Familia Real ha visitado la Universidad de Deusto. La primera, en 1924, protagonizada por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, abuelos de don Juan Carlos. La última, en diciembre de 1991, cuando la Reina presidió el acto de entrega de títulos a los alumnos de la primera promoción del master del Instituto de Drogodependencias y de apertura del nuevo curso.
El rector se felicitó por ver por fin hecho realidad un proyecto «que hace quince años», cuando José María Ábrego ocupaba su sillón y Jesús María Eguiluz el de la Presidencia del Consejo de Gobierno de la Universidad, «no era más que un sueño». Con sentidas palabras, confió en que, dado que «el 60% de la investigación de un país se hace en las universidades», el nuevo centro de documentación será «una pieza clave en la búsqueda de respuestas a una sociedad globalizada con una grave crisis económica que genera sufrimiento e insolidaridad».
Respuestas también pidió Jaime Oraá para acabar con el terrorismo «en una sociedad -fueron sus palabras- que, tantas veces atravesada por la violencia, no acaba de encontrar el camino definitivo para la paz y la reconciliación». Fue el momento idóneo para recordar el lema de la Universidad de Deusto, 'Sapientia melior auro', la sabiduría es mejor que el oro.