Las recetas del cardenal Amigo contra el pesimismo

(RD/Efe).-El cardenal y arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ha publicado 'Contra el pesimismo', un libro cuyas páginas quieren ser una obertura para el hombre optimista o el deseo de ser feliz, afirma él mismo en la presentación de la obra.Autor de más de veinte libros publicados, entre ellos 'El oficio de ser hombre', 'Francisco, ¿cómo es Dios?', 'Retorno al amor perdido: el camino de las bienaventuranzas', 'Cristianos y musulmanes' y 'El día a día de la fe', Amigo sugiere en su última obra que el secreto para la felicidad 'puede estar en no dejarse robar la vida simplemente por lo que acontece y pasa'.

En la introducción de 'Contra el pesimismo' (La Esfera de los Libros', el cardenal de Sevilla dice que 'nada hay perfecto. Tampoco la duda y la negación. Así que asumamos el riesgo de poder vislumbrar, al menos, algún resquicio por el que se cuele, como de rondón, un poco de luz, de felicidad'.

Amigo cita la frase 'no puede ser y además es imposible', que critica como 'recurrente y condenada a que no se entienda más que como una invitación a soslayar cualquier intento de racionalidad', y que es lo mismo que ocurre -dice- con la felicidad.

Y, contra esta afirmación, asegura que es 'al revés: es posible y además se debe, al menos, intentar. El hombre ni quiere ni puede renunciar al sueño de una vida feliz'.

Para Carlos Amigo, 'entre la libertad y el destino inclemente y fatal, está la novedad de la elección: poder seguir un nuevo camino'.

'El fatalismo es la claudicación, el negar la posibilidad de ser un hombre libre. Elegir es mandar y dirigir. Las trabas pueden ser muchas, pero ninguna muralla es tan alta y fuerte como para impedir, cuando menos en el deseo, llegar a lo que uno quería alcanzar'.

Primero 'habrá que limpiar el propio cuarto, y el ambiente en que se vive, de pesadumbres, tristezas y pesimismo', propone, para invitar a continuación a 'evitar, a toda costa, ser un peligro de contagio para los demás'.

Después -prosigue con su receta- 'hay que sembrar posibilidades de superación de la dificultad, asumir un consciente sentido de esperanza y un deseo de vivir como persona aceptablemente feliz'.

'El secreto, no lo olvide, está más allá de uno mismo', recuerda; 'se es feliz o desdichado en la medida en que se aleja uno de su egolatría y se pone al servicio de los demás'.

Amigo recomienda también interpretar, lo mejor posible,'el papel que cada uno tiene que llevar a cabo en la representación de este gran teatro del mundo. Que una es la felicidad del labrador, gozando de sus buenas cosechas, y otra la del rey, teniendo a sus súbditos en paz y bienestar'.

'Así que puede usted, concluye, ir buscando el papel que le corresponde en el reparto. El premio será para la interpretación y haber sabido «meterse» en el personaje'.

'Como a lo largo de la vida hay muchas representaciones, puede ser que se le asigne una nueva. De todos modos, no olvide que, sea cual fuere el papel a interpretar y el escenario de la representación, usted será siempre el mismo: una persona con muchas posibilidades de triunfar. Al menos, de intentarlo'.
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