Enhorabuena a Anastasio Gil y a las OMP

Tenemos todavía un auténtico ejército de "ángeles de Dios" en todos los infiernos del mundo. En torno a los 10.000 misioneros/as repartidos por los cuatro continentes, especialmente en Latinoamérica y en África.
Un colectivo que da "frutos" y frutos abundantes. Y por los frutos se les conoce, se les parecia y se les quiere incluso en la laica y consumista España, que se sigue rindiendo al ejemplo y a la vida de los grandes y pequeños misioneros españoles. Unos famosos o conocidos, como Vicente Ferrer (ya en el recuerdo), el padre Olarán o Chema Caballero o Nicolás Castellanos. Otros muchos, anónimos, como el comboniano Senén, que acaba de morir, tras una vida entera entregada a la misión.
Cuidarlos, mimarlos, ayudarles en todo lo posible será la función de las OMP y de su nuevo director. Como venía haciendo hasta ahora.
Y concienciar a la gente y buscar misioneros para la misión y apoyo económico. Como venía haciendo hasta ahora Anastasio Gil.
A partir de ahora, me atrevería a pedirle un plus, un paso más: la modernización mediática de las OMP. Para convertirla en una imagen de marca tan potente como Cáritas o Manos Unidas. Y, para eso, necesita un equipo profesional de gente ilusionada y con ganas de hacer cosas nuevas. Para conseguirlo, Anastasio tendrá que potenciar al excelente equipo mediático que ya tiene y dotarlo de nuevoe medios materiales y humanos.
Hay un excelente producto para "vender". Y toda España dispuesta a comprarlo. Sólo hace falta poner la maquinaria mediática en marcha. Con una estrategia clara y definida. Los ejemplos de Cáritas y de Manos Unidas están al alcance de la mano. Y la misión saldrá fortalecida. Y, por ende, la Iglesia. Porque, como decía Pablo VI, la sociedad actual necesita más testigos que maestros. Y, en España, tenemos la suerte de contar todavía con 10.000 magníficos testigos de Dios en el mundo.
José Manuel Vidal