Espaldarazo vaticano a Sor Verónica Berzosa: fundadora y referente mundial

Un espaldarazo para Lerma-la Aguilera, para su espiritualidad y, especialmente, para su alma mater, su máxima responsable y su líder: Sor Verónica Berzosa. La hermana del obispo auxiliar de Oviedo, Raúl Berzosa, consigue convertirse en fundadora. A partir de ahora, sus hermanas ya no se regirán por la regla de Santa Clara. Tendrán constituciones propias, carisma propio y dependerán sólo de sí mismas.
Dicen, como publicamos hoy en RD, que cambian de nombre. Se llamarán "Iesu Communio". Un nombre que suena a Comunión y Liberación, que, al parecer, es la espiritualidad de la mayoría de las hermanas. ¿Y el carisma? ¿Cuál será el carisma del nuevo instituto de derecho pontificio? Algunos dicen que Santa Clara pasada por la modernidad. Otro dicen que la evangelización de los jóvenes desde la clausura.
Ellas, como siempre, callan. A duras penas pudimos convencerlas de que publicasen un comunicado, para explicar su situación. Al final, lo hicieron, pero tampoco dicen mucho en él.
Ante esta bendición romana, sólo nos queda felicitar a Sor Verónica, que se convierte en un referente mundial de la vida religiosa. Con una receta que funciona. Y que podría extenderse a toda España y a otros muchos países. De la mano de la nueva Clara de Lerma.
Y, ya puesto, me gustaría pedirle una cosa más: un poco de apertura a la sociedad a través de los medios de comunicación. Auqnue sólo sea un poco.
Huyen de los medios como de la peste. Hace añños publiqué mi primer reportaje sobre el "milagro de Lerma". Y ya entonces no pude entrevistar a Sor Verónica. Ha pasado mucho tiempo y siguen tan reaccias como entonces a los medios.
¿Puede una obra nacida en el siglo XXI prescindir de los medios de comunicación? Sería una anacronismo. Otra cosa es que marquen ellas mismas su política comunicativa. Pero el silencio y la callada por respuesta en el universo de la información instantánea de Internet sólo provocan rumores, chismes y noticias no contrastadas.
Es normal y natural que la gente quiera saber qué es lo que está pasando en Lerma, el porqué de este cambio, cuál va a ser su nuevo carisma, qué dificultades entraña, qué criticas está recibiendo ya...
Don Raúl Berzosa, un obispo moderno y consciente de la fuerza de los nuevos púlpitos de la comunicación, debería convencer a su hermana de que diese un poco más la cara. De una forma controlada, claro está, pero comunicando a la gente lo que allí se está viviendo. ¡Que parece mucho y muy bueno! Dígale, don Raúl, a su hermana (aunque ya lo sepa) aquello de que la luz no se debe esconder debajo del celemín...Y que alumbre a una sociedad, como la nuestra, sedienda de Dios.
José Manuel Vidal