¿Existe la Conferencia Episcopal?

No estamos deformando. Basta con leer el Código de Derecho Canónico o los estatutos de la propia conferencia para comprobar que muy pocas funciones se le asignan. Dicho en plata: cada obispo es soberano en su diócesis y entre su labor y el Papa no se interpone absolutamente nada, y menos la CEE. De manera que pueden bramar los obispos catalanes contra la COPE, que nada podrán decir sus hermanos reunidos en conferencia.
Si esto es así en términos generales, más lo está siendo ahora mismo, cuando los religiosos de la enseñanza congregados en la Fere son los que están tomando las riendas de la negociación sobre la LOE con el Gobierno. Y más lo está siendo cuando los políticos catalanes empiezan a acostumbrarse a peregrinar al Vaticano para entregar en el dicasterio correspondiente listas de agravios de la COPE a su «nación».
Así pues, la CEE está perdiendo interlocución, tal vez porque nunca la tuvo de iure, aunque de facto haya dependido en el pasado de la pericia de sus regidores. De la última plenaria, celebrada esta semana, queda constancia de la flojera de la CEE justo en un momento de intensa tensión Iglesia-Estado.
Ni una carta pastoral, ni un documento, ni un texto que razone ante la sociedad los porqués de las posturas católicas en este delicado momento. El episcopado español está en los momentos más bajos y, evidentemente, la CEE, aunque sin poderes, lo revela.
Pero hubo un mensaje final: la CEE, que sí tiene atribuciones para ello, comenzará a revisar con el Gobierno la financiación de la Iglesia española. No es asunto para demagogias. Ojalá se establezca un sistema duradero y sin complemento estatal. Pero no se puede saltar de golpe a la «pela» y callar sobre todo lo demás.Javier Morán (La Nueva España).