Invitación a la tolerancia y al "juego limpio"

Las tres características que nos distinguen desde nuestro nacimiento (hace ya más de 10 años) son: la profesionalidad, la independencia y la pluralidad. Estos son los criterios que nos han guiado siempre y que seguirán haciéndolo. Porque ésas son también las claves de nuestro éxito. Y, porque, además, estamos convencidos de que, sólo así, podremos prestar un buen servicio a la profesión periodística, a nuestros lectores y al universo religioso en el que "vivimos, somos y existimos".
Dos de nuestras obsesiones son la libertad total y la pluralidad absoluta de nuestros blogueros. Pocos medios habrá en el mundo tan absolutamente libres y tan plurales. Tenemos blogueros de diversas confesiones y, en el ámbito católico, de todas las sensibilidades. Desde las más extremas a las más centradas. Buena prueba de la pluralidad del portal es la presencia de bloggers y espacios católicos, protestantes, anglicanos, judíos, budistas y hasta agnósticos...
Está claro, asimismo, que Internet ha roto el paradigma clásico de las comunicaciones. Una cibercultura que rompe el paradigma clásico de la comunicación, porque no acepta absolutismos. Su valor principal es la libertad. Nada se impone, todo se ofrece. Internet es retroalimentación y feed-back permanente e inmediato. Por vez primera, cualquier ciudadano puede enjuiciar al periodista, aportar más datos, criticar el contenido de su artículo o enriquecerlo.
La servidumbre que esta enorme ventaja lleva aparejada es la existencia de "trolls", gente sin principios ni escrúpulos que, escondida en el anonimato, se dedica a insultar o zaherir sin piedad a todo el que se mueve y que no piense como él. Este es nuestro principal dolor: ver cómo algunos comentaristas de las noticias, escudados en el anonimato, realizan comentarios ofensivos y llenos de odio y rencor contra los que defienden otras ideas. Los talibanes de la Red no tienen piedad y destilan odio hacia sus correligionarios más comprometidos. Pero también en esto vamos avanzando y, cada vez, se instalan más filtros. Una tarea nada fácil, porque dificultar los comentarios es acabar con una de las armas más atractivas de la información en la Red.
En esta web, asumimos con naturalidad las discrepancias eclesiológicas y teológicas. La pluralidad religiosa nos enriquece. Somos un mosaico, que brilla más cuanta mayor diferencia haya entre nosotros. Pero otros no piensan así. Nos consta que hay personas individuales que, por su cuenta y riesgo, han asumido la tarea de defender la sana doctrina en nuestra web, descalificando a los demás. Nos consta también que algunos grupos neoconservadores dedican medios y personas, cuyo trabajo diario consiste entrar en nuestras noticias, para defender lo suyo y descalificar lo ajeno. Hay gabinetes organizados para realizar esa labor. Con consignas estrictas de defender su visión eclesial. A veces dudo si también con consignas de anatematizar, condenar y hasta odiar a los que no pensamos como ellos. Las trincheras de la fe. El trigo y la cizaña...
Sólo pedimos a los que no conulgan con esta pluralidad un poco de respeto y de buenas maneras. Por ellos mismos, por los demás y por la propia fe a la que dicen querer defender. Para evitar el escándalo de los indiferentes. Que, aunque no puedan deccir de nosotros el "mirad cómo se aman" que, al menos, tampoco puedan decir el "mirad cómo se odian".
José Manuel Vidal