Quinteiro quiere a José Ángel Feijóo para sucederle en Ourense

La diócesis de Ourense lleva un año vacante. Y no porque sea una diócesis especialmente problemática. Al contrario, sus gentes son d eun aprofunda religiosidad y cuenta, todavía, con un clero bien preparado y suficiente en número. ¿Qué está retrasando, entonces, la llegada del nuevo obispo a la ciudad de las Burgas? Entre otras cosas, el deseo del que fuera titular de la diócesis, monseñor Quinteiro de que le suceda en la misma el actual rector del seminario José Ángel Feijóo Mirón. Es la apuesta del anterior obispo. Y su nombre figura en las diversas ternas que han ido y venido a la Nunciatura. Sin que cuajase, al menos por ahora, ninguna de ellas.

Y es que José Ángel Feijóo Mirón tiene cosas a favor, pero también en contra para ser obispo de Ourense. A favor, su experiencia en diversos campos pastorales. Ha estado al frente de Cáritas, al frente de la juventud, fue coordinador de la curia, párroco de Canedo y en la actualidad es rector del Seminario.

En su contra juegan diversas circunstancias. Primero, el ser natural del propio Ourense. Nadie suele ser profeta en su tierra. Y menos, un obispo. Se le conocen demasiado las entretelas. Y, quizás por eso, no suele ser praxis habitual nombrar a alguien obispo de su propia diócesis. Aunque, en la Iglesia, hay excepciones para todo. El último caso, el del obispo de Solsona, Xavier Novell, sacerdote de la diócesis y recién nombrado titular de la misma.

Otro hándicap para Mirón es su pertenencia a la Hermandad de la Santa Cruz, es decir a los curas del Opus Dei. Eso le escoraría demasiado hacia una determinada sensibilidad eclesiástica y el obispo debe ser, ante todo, signo de comunión. Aunque, como suele decir su padrino, monseñor Quinteiro, "José Ángel es de la Obra, pero va por libre".

De ahí que, ante el contraste de opiniones que genera la candidatura de Feijóo Mirón, y, una vez descartados Atilano Rodríguez (electo de Guadalajara) y Raúl Berzosa (electo de Ciudad Rodrigo), vuelva a sonar con fuerza el eventual traslado de Jesús Murgui, el actual obispo Mallorca. Y ya se sabe que, en materia de nombramientos episcopales, el todo y el nada limitan.

José Manuel Vidal
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