Una cárcel en el Vaticano

Hay una cárcel en el Vaticano. Y lo peor es que se utliza. Como en cualquier otro Estado. Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa, sospechoso de haber robado documentos y cartas secretas del apartamento papal, lleva ya más de un mes en ella. No me acaba de encajar: ni la existencia de una cárcel en el Vaticano ni que el supuesto "cuervo mayor" lleve un mes en ella, a la espera del juicio.

¿No tiene que distinguirse el Vaticano de cualquier otro Estado de la tierra, también en eso? ¿Por qué, en vez de mantenerlo en la cárcel no se le mantiene en arresto domiciliario con dos guardis suizos a la puerta de su casa vaticana?

Y eso que dicen que acaban de adecentar la habitación que le sirve de cárcel a Paoletto: mide 3 x 4, tiene cama y mesa y un baño fuera.

Me chirría una cárcel en la Casa de Pedro. Y me parece demasiado el tiempo que lleva en ella Paolo Gabriele, el ex mayordomo al que el Papa quería como a un hijo. El que conoce todas sus debilidades, el que ha visto todas sus intimidades.

¿No dicen que tienen cajas repletas de pruebas? ¿A qué esperan para juzgarlo y, en su caso, condenarlo o absolverlo? Hágase cuanto antes. De lo contrario, quedará claro que el Vaticano funciona como cualquier otro Estado y no se diferencia para nada de ellos.

Porque el hecho es que la Iglesia católica sigue encarcelando en 2012. Y el encarcelado lleva ya más de un mes sin ser juzgado. Parecen otros tiempos.

José Manuel Vidal
Volver arriba