Las intenciones ocultas de la condena de Jon Sobrino

Máxime cuando el propio papa Ratzinger en su anterior cargo como prefecto de la Congregación de la Fe tuvo como principal cometido no sólo cuestionar los fundamentos doctrinales de las teologías de la liberación sino someter a sus principales referentes, como Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez.
2) Dar la puntilla a la teología de la liberación, aprovechar la coyuntura de la quinta conferencia para rematar y declarar formalmente la defunción de una corriente teológica que se desarrolló a finales de la década de los 60 y que ha representado una intensa opción social de la Iglesia a favor de los pobres, las minorías, los desterrados por la globalización como los indígenas. La teología de la liberación aspiró a unir la defensa de los valores cristianos con la de los derechos de los excluidos, y la justicia social con el Evangelio.
Los sectores conservadores la acusaron no sólo de mezclar la Biblia con el marxismo sino de levantar estructuras eclesiales paralelas a la autoridad eclesiástica. Ante la caída del Muro de Berlín, en tiempos del post socialismo se pregona la obsolescencia del sueño religioso latinoamericano, y "la mano derecha fue mutilando a la mano izquierda"; se instaló una fuerte convicción en los tiempos del papa Wojtyla que supuso la victoria absoluta de la tradición doctrinal sobre la herejía teológica latinoamericana.
3) Temor por el resurgimiento de la teología de la liberación. Ante el ascenso de los gobiernos de izquierda en la región, los sectores conservadores de la curia tienen inquietud y alarma de una posible reactivación favorecida por sectores, ahora en el gobierno, que militaron o simpatizaron con la corriente teológica. El caso Chávez en Venezuela es sintomático, pues en su enfrentamiento con la jerarquía católica éste se ha apoyado en los sectores cristianos proclives a la teología de la liberación. No debemos despreciar el dato de que presidentes como Lula y Evo Morales, en sus inicios, fueron formados por los principios sociorreligiosos de la teología de la liberación.
4) Hostigar a la Compañía de Jesús. Resulta sorprendente que de las últimas condenas y señalamientos a teólogos heréticos, cuatro de cinco son jesuitas: Jacques Dupuis, en 1998; Anthony de Mello, en 2001; Roger Haigt, en 2004, y Jon Sobrino, en 2007. Hay muchas conjeturas sobre las tensiones entre la curia romana y la compañía, orden religiosa relegada desde el pontificado de Juan Pablo II. ¿Será que el anunciado relevo de Peter Hans Kolvenbach SJ, prepósito general de la Compañía de Jesús, el "papa negro", para 2008, siente un inquietante precedente para la absurda norma vitalicia que impera para los pontífices?
Bernardo Barranco