LA DEBILIDAD DE LOS MÁS DÉBILES

Leía hace poco que en Méjico existe un solo hospital público con departamento de oncología. Allí se forman colas interminables en las salas de espera. Muchos de los pacientes vienen de lejos: hasta dieciocho horas de viaje en autobús. En estas circunstancias el setenta por ciento de los niños con cáncer muere por falta de recursos económicos.


Me ha impresionado el caso de Guadalupe, niña de nueve años. Lleva ocho sometiéndose a operaciones para vencer el cáncer. Sus ganas de vivir y su alegría innata le están ayudando a superar la enfermedad. Su salvación es una ayuda desinteresada que desde hace años funciona en el mundo. Se trata de una ONG pionera en los programas de adopción de niños. Trabaja en muchas partes del mundo y en concreto en Méjico. Se denomina AMANC (Asociación Mejicana de ayuda a Niños con Cáncer). Acoge sin ningún aporte económico por parte de las familias, a niños que forzosamente han de trasladarse a la capital, por no disponer de un centro oncológico más cercano.

La pequeña Lupe así se explicaba ante una periodista: “Cuando yo era chamaquita, tenía cáncer en el riñón, pero ya no lo tengo. Ahora vengo cada ocho meses y ya estoy bien”. Y hablaba, hablaba de todo con ilusión: de sus amigos, de la escuela, de lo difíciles que eran las matemáticas: “Siempre te mandan tareas... yo intento hacer los deberes rápido para poder ir a jugar con mis hermanitos en el parque”.
El cuerpo de Lupita está rasgado por catorce cicatrices. Los médicos que la atienden llaman a la nena “el milagrito”.por haber sobrevivido a tantas operaciones. Dentro de ocho meses esperan darle el alta definitiva.
Gran parte de mis artículos para enfermos trata de animar y ayudar desde mi experiencia de fe; no sólo desde esta perspectiva se pueden aliviar los males, sino incluso conseguir la curación. Creo que de vez en cuando, aun sintiéndonos ancianos o minusválidos, es preciso abrir los ojos hacia el mundo para tratar de poner remedio a personas que sufren tanto o más que nosotros.
Desde estas líneas abrimos una ventana a este mundo inmenso del dolor y de la enfermedad. Si alguien se siente con fuerza y buen deseo, puede interesarse en ayudar desde su propia debilidad a otros más débiles. La sede de AMANC, financiada por la ONG “Ayuda en acción” está en el centro de la capital mejicana. Se puede prestar colaboración llamando al teléfono 902402404 ó 915226060. Para más información: www.ayudaenaccion.org


José María Lorenzo Amelibia
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Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
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