Desde nuestra niñez a todos nos han obligado al trabajo; y el dolor es nuestro continuo acompañante. Da la impresión de que un grito de angustia sacude a la humanidad. Así es. Y no ignoro encuestas en que un ochenta y cinco por ciento de los interrogados afirman de sí mismos sentirse felices.
¿Cómo llegar a una felicidad duradera más allá del momento de ser encuestados por el periodista?
- "Mi destino es hermoso y me siento feliz. Puedo dedicarme al cuidado de enfermos y conseguir hacerles mucho bien". - Así decía una religiosa después de muchos años de entrega a las personas que sufren. Y siempre sonreía y se la veía con cara alegre.
- Un conocido mío, ya jubilado, programaba así su jornada feliz: se levantaba cuando le apetecía; eso sí, antes de las nueve; organizaba sus paseos por el monte; las comidas siempre generosas; sus partidas de mus, sus ratos de televisión, de tal manera que apenas le quedaba tiempo para pensar. Se sentía contento, pero ¿hasta cuándo?
- El cura de Ars exclamaba: "Ánimo, alma mía: hoy conversarás con el Señor en la oración. Trabajarás con Él y andarás en su compañía. Lucharás y sufrirás con Él". Y con el alma llena de gozo pero envuelta en el dolor y en el trabajo de diecisiete horas, era feliz.
- Un hombre joven también trabajaba de sol a sol; ganaba mucho dinero y sabía guardar para la vejez. Aprovechaba su tiempo de ocio en buenas comidas, diversiones de elite y viajes por todo el mundo. También se sentía contento.
A la hora de la verdad, cuando el dolor asoma a nuestra vida, es muy distinta la reacción de los "felices a lo humano" y la de aquellos otros que tienen asumida la "agonía repulsiva" del sufrimiento. Éstos últimos disfrutan de una felicidad duradera.
Yo sé que gran parte de los verdaderamente cristianos llega a considerar con temor la falta de pruebas dolorosas en su vida. Y se sienten felices llevando en su existencia una señal evidente de predestinación: la cruz de Cristo que nos conduce a la Resurrección. Si nos introducimos en la vida de los santos, por ahí van encaminados sus criterios.
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2