Familia: DÍA DE REFLEXIÓN

DÍA DE REFLEXIÓN Desde hace bastantes años practicamos en nuestra casa el "retiro mensual". Dicho así suena a "algo". En realidad, nada tan sencillo. El padre de familia prepara el tema con anterioridad, y redacta una serie de preguntas en torno a él. Solemos elegir las primeras horas de la tarde de un sábado. El acto comienza con una oración y un silencio. Sigue la exposición del tema. Reflexionamos y después dialogamos sobre el mismo. Cada hijo interviene, aporta, escucha, pregunta, discute. Es importante que las ideas clave todos los miembros de la familia las entiendan bien. Antes de terminar, hacemos un examen de conciencia y sacamos conclusiones para la vida práctica. Una oración con peticiones al Señor, por parte de cada miembro familiar, es la despedida. Nunca sobrepasar las dos horas el conjunto de todo.



Esa misma noche, cuando los niños se hayan acostado, el matrimonio puede profundizar en el tema; y, sin prisas, proyectar el modo de aplicar a sus vidas lo anteriormente visto y discutido. Esta segunda parte reviste un singular interés porque es el momento en que pueden salir otros asuntos, tal vez delicados, que incumben al matrimonio como tal, y en momentos de calma y espíritu se puede hallar
la solución mejor.

Al cabo de los años se han elaborado en familia temas importantes. Citará algunos: - ¿Por qué estamos en este mundo? - La fe. - Los bienes familiares; cómo emplear el dinero. - Nuestra familia con relación a la Iglesia. - Cómo vivir la Navidad. - Nuestra devoción a María. - Cómo aprovechar la confesión. - Nuestro amor a la Eucaristía...


LLEGAN LAS NOTAS

En algunos hogares resulta dramático el momento de la entrega de calificaciones de cada evaluación.
Al niño hay que acogerlo y alentarlo también cuando fracasa. y sobre todo, no dejar sin alabanza el menor indicio de subida en sus calificaciones escolares. Si es corto de inteligencia hemos de apreciar su esfuerzo y alentarle en su constancia. Si es indolente y perezoso conviene espolear su amor propio y pundonor. Un diálogo tranquilo con él puede ayudarle a comprometerse y vencer las dificultades que han obstaculizado su
aprovechamiento.
Desde hace algún tiempo se han impuesto como obligatoria la práctica de: que, al menos una vez al año, visiten los padres al profesor - tutor. En todos los colegios bien organizados se notifica el horario de estos encuentros. Los considero sumamente beneficiosos. En ellos podemos constatar las aptitudes del niño en casa y en la escuela; sus aficiones; sus virtudes y defectos; su sociabilidad. Profesores y padres consiguen un mayor conocimiento de educando, pueden mutuamente orientarse en el caso concreto, y se solucionarán a tiempo conflictos que más tarde llegarían a ser problemas difíciles.




JM. LORENZO AMELIBIA

José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia2
Mi cuenta en Twitter: https://twitter.com/josemarilorenz
Volver arriba