MANSO CORDERO

Mi vida languidece.



Tristezas infinitas me dominan.
Muy densos nubarrones
Envuelven mi alma ya sin horizonte,
Mustia y cansina.
Acudo a Ti.
Y Tú ya en el Sagrario me esperabas.
Hondo respiro.
Tu paz bañada en bálsamo me alcanzas.
¡Rocía mi alma!
Servirte quiero.
Feliz me encuentro aun roto en mil molestias.
Jamás podrá la angustia destrozar mi navecilla.
¡Manso cordero!


José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: https://twitter.com/josemarilorenz2
Volver arriba