Es bueno todos los meses practicar una mañana o una tarde de retiro. Ofrezco este retiro del mes de novimebre , con el tema “Unidos al sacrificio de Cristo”. Se puede realizar en particular durante una mañana o una tarde. También puede servir a sacerdotes para ofrecerlo a algún grupo de personas. Puede ser muy fructuoso para el alma. ---
Preámbulo. Ante todo hemos de ponernos en la presencia de Dios de una manera consciente y detenida; esta puede ser una manera eficaz:
1.- Con calma decir: Señor, Tú estás aquí. Yo lo creo. Tú me ves... Me contemplas... Penetras mi alma hasta el fondo... Me escuchas... Me amas... Yo soy alguien para Ti. Importo ante tus ojos. 2.- Lo creo, Señor, porque Tú lo dijiste; y ni quieres, ni puedes engañarnos. 3.- Si Tú estás aquí, y lo creo, debo comportarme como lo hago delante de alguien que es muy importante para mí.4.- Voy a practicar un acto de oración, de búsqueda de Ti, de tu voluntad. Sea para tu mayor gloria.
Exposición del retiro
Unidos al sacrificio de Cristo
1.- Mi retiro de este mes tiene relación total con el anterior sobre el sacrificio. Conviene no olvidarlo, incluso repasarlo, leerlo antes, aunque no nos dediquemos a él de nuevo. Por supuesto, el sacrificio de Cristo no es solamente acción de gracias; va unido a ello la muerte de Jesús y el triunfo total con la resurrección. Todo unido. No lo vamos a separar. En el caso de Jesús la muerte no fue milagrosamente evitada, sino transformada en elemento de liberación. Venció la muerte por medio de la muerte. Y la muerte misma suscita la acción de gracias, Eucaristía. Y nunca olvidemos en todo este proceso la resurrección.
2.- Nos parece normal dar gracias a Dios después del peligro. En cambio, en el caso de Jesús vemos que da gracias a Dios antes del peligro, en el momento de ofrecerse al sacrificio. Profundizar: Él obtuvo la salvación porque dio gracias a Dios antes de ser salvado. Hizo de su muerte un sacrifico de acción de gracias. --- En las circunstancias penosas es difícil mantener la actitud de agradecimiento hacia Dios. Jesús lo hizo. Fue necesario un esfuerzo en su humanidad. Y se entregó confiado a la voluntad del Padre.
3.- Nosotros estamos unidos a Jesús, a si vida, a su sacrificio, a su resurrección. Somos suyos y queremos seguir su línea. Es necesario un esfuerzo que lo conseguiremos con su gracia. No vamos a mirar con angustia ni el esfuerzo, ni la dificultad, ni la muerte. Estamos unidos a Él, a su sacrificio. Le pedimos con amor y confianza participar en su pasión y en su victoria. Esto nos tiene que llevar a reconocer a reconocer su gracia y a ser agradecidos. Actuar como Jesús en la Última Cena. Abrirnos con gratitud a la corriente de amor que viene del Padre. Toda nuestra existencia se transformará en una continua ofrenda sacrificial de acción de gracias a Dios. Meditar en esto detenidamente y después pasamos a otro punto.
4.- El sacrificio de Jesús es de purificación. Conocemos la palabra "Expiación". Expiar significa: borrar las culpas, purificarse de ellas, sufrir la pena por las culpas.
En la Última Cena Jesús se abrió con gratitud a la corriente de amor que le venía del Padre. Entonces recibió el impulso paterno para hacer de su pasión un sacrificio de purificación, y la alianza nueva. Es víctima de expiación por nuestros pecados, pero sería más exacto decir que es instrumento de perdón. Es decir, nos asegura el perdón de Dios. Cumplió lo del profeta Ezequiel: "Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados de todas vuestras impurezas, y de todas vuestras basuras os purificaré" (36,25). Sí; la nueva alianza implica un aspecto de purificación de los pecados. La santidad no puede cohabitar con el pecado. Por ese motivo el sacrificio de Cristo fue un sacrificio de purificación.
5.- Cristo, sumo sacerdote. "Está puesto a favor de los hombres en lo que se refiere a Dios". (Heb. 5,1). Y "El Sumo Sacerdote es constituido "para ofrecer dones y sacrificios por los pecados". Esto es necesario. Si no se elimina el obstáculo del pecado, el Sumo Sacerdote no puede presentar a las personas delante de Dios. Jesús "habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios". (Heb. 10,12)
---- Darme cuenta de Jesús, Sumo Sacerdote. Nuestro salvador que intercedió ante el Padre para librarnos del pecado. ¡Me uno al sacrificio del Señor!
6.- Las palabras de Jesús en la Última Cena hablan de sangre. "Sangre de la alianza nueva y eterna que por vosotros y por los muchos es derramada para el perdón de los pecados" (Mt. 26,28). ¡Sangre de la alianza nueva! Lleva en sí la idea de sacrificio de purificación. En la mentalidad del Antiguo Testamento la vida de la carne está en la sangre. En el Nuevo Testamento el sacrificio antes de ser un don de los hombres a Dios, es un don Dios a los hombres. Él nos amó primero. --- He de ir asimilando en mi mente y en mi corazón el concepto de sacrificio en el Nuevo Testamento.
7.- Los sacrificios del Antiguo Testamento no podían purificar de los pecados porque eran ritos externos. Sólo el fuego del Espíritu Santo es capaz de llevar a cabo esta gran purificación. "Por el Espíritu Santo se ofreció a sí mismo" (Heb. 9,14). Fue la ofrenda de su propia vida y de su propia sangre la que purificó nuestros pecados. Fue un acto de obediencia. Y fue acompañado de una expresión corporal: el ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo, a través de sus actividades, sus sufrimientos y de su muerte.
8.- La situación de Jesucristo después de su único sacrificio es del todo gloriosa, porque su sacrificio fue el todo eficaz para eliminar el desastre de las consecuencias del pecado. "Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios en orden a expiar los pecados del pueblo". (Heb 2,17)
Jesús se ha asemejado del todo a sus hermanos.
Ha asumido nuestra condición de pecadores, siendo inocente.
Es el medio de purificación de unión con Dios y salvación eterna.
9.- El sacrificio de Cristo no consistió en la muerte, sino en la transformación de la muerte en fuente de vida nueva. Hago hincapié en este pensamiento. Por eso el final feliz del sacrificio de Cristo es vencer la muerte. Nuestra resurrección.
La caridad de Cristo fue perfecta: adhesión plena a la voluntad de Dios y solidaridad completa con dramática situación de los hombres pecadores. Por todo ello me uno a Jesucristo, me uno a su sacrificio.
Consecuencia: Vivir con amor, entereza, esperanza y entrega cualquier situación por dura que sea. Él sufrió primero, Él nos amó primero. Nuestra esperanza es cierta. Me uno al Señor del todo y viviré para su gloria.
Examen práctico:
¿La Eucaristía es el único sacrificio de Cristo: cómo la preparo, cómo la celebro y participo en ella?
¿Soy consciente de que la Eucaristía es además comida y presencia real?
¿Cómo vivo la pasión de Jesús? ¿Me doy cuenta de su resurrección y la esperanza de la propia resurrección?
¿Qué hago para imitar a Jesucristo?
Cómo cristiano y como sacerdotes participo del sacerdocio de Cristo: ¿medito en esto?
¿Vivo la esperanza de nuestra salvación?
¿Qué hago para extender en mi entorno la esperanza de salvación?
Importante: Si deseas el libro completo de los 174 retiros que he practicado y/o dirigido a lo largo de los años te lo enviaré digitalizado gratis. Escribe a josemarilorenzo092@gmail.com
José María Lorenzo Amelibia
Mis referentes
Mis reflexiones conferencias: “Reflexiones sobre enfermos y debilidad”https://www.ivoox.com/podcast-reflexiones-sobre-debilidad-enfermos-ancianos_sq_f12362122_1.html
Mis libros https://www.amazon.es/s?k=jose+maria+lorenzo+amelibia&crid=3PD8ND9URFL8D&sprefix=%2Caps%2C88&ref=nb_sb_ss_recent_1_0_recent
Mis Conferencias: “Reflexiones sobre enfermos y debilidad” https://www.ivoox.com/podcast-reflexiones-sobre-debilidad-enfermos-ancianos_sq_f12362122_1.html