Cuando una puerta se cierra, otra se abre

Enfermos y Debilidad

Cuando una puerta se cierra, otra se abre

pueras

Una se cierra, pero otra se abre

 Has salido de la consulta médica. No lo esperabas; el doctor te ha diagnosticado algo grave. Te aconsejaba: “Tómalo como un reto. Tu curación depende en gran medida de tu ánimo positivo. Puedes sanar”. Y yo te digo: Has de asumir la vida propia con el espíritu deportivo del montañero de Dios. Años enteros, preparándote para una labor profesional, para una misión apostólica… y, poco a poco, la espesura impide avanzar. El enemigo diablo ha cerrado – piensas - la salida hacia adelante. No lo eches ahora todo a rodar.

Seguro: en alguna época de tu vida - tal vez ahora mismo - has disfrutado de una gran afición a las montañas. - ¡Gloria Dios en las alturas! - Con frecuencia comenzabas tu ascensión con paso tranquilo por caminos abiertos y luminosos; mas, poco a poco, los escaramujos y zarzas vallaban el sendero haciéndolo desaparecer en la espesura. “No importa, - exclamabas - desharemos lo andado. Unos caminos se cierran y otros se abren.”

Ahora te encuentras en nueva encrucijada que no esperabas. No te acoquines. Te ha dicho el médico que de ti depende en gran parte la sanación. ¡Comienza de nuevo! Lanza una y otra vez las redes en el nombre del Señor. Jamás hará el abatimiento nido en tu corazón. Sigue buscando: en lo humano y en lo trascendente. Tu enfermedad lleva en sí los dos aspectos: lo temporal y lo divino. No va a ser una época perdida, y sí de un gran esfuerzo de tu voluntad.

  El tiempo inactivo es signo de perdición. Y la dolencia no quiere decir inactividad. Todo lo contrario. Dios te ha visitado - ¡recuérdalo! - es el momento de la vía amplia del apostolado. Desde el rincón de tu casa, bien unido al Señor por la oración y el sufrimiento, salvarás más almas que en todas tus anteriores etapas de misión.

            Te has lanzado por la gran pista y nunca ya encontrarás caminos cerrados. Js está contigo en salud y enfermedad; en riqueza y en pobreza. Confía. De Él venimos, al Él volveremos; de Él somos.

José María Lorenzo Amelibia

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com

             Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba