De ellos es el Reino de los cielos

Ayer, mientras levantábamos a una hermana mayor, la hermana que me ayudaba me preguntó de qué iba el blog que había colgado la noche anterior. Le dije, sobre la verdadera riqueza de la Iglesia. Acto seguido le dije: “-¿De qué piensas que hablé?” Inmediatamente me respondió: “-¡De los pobres!”

Me alegró su intuición, y me avergonzó no haber hablado de ellos, o al menos haberlos mencionado, al hablar de las “riquezas de la Iglesia”.

Por eso hoy, quisiera completar aquello que dije, y hablar de “la riqueza de los pobres”.
Ellos encabezan las bienaventuranzas evangélicas y sin duda fueron los predilectos de Jesús que dijo que de ellos es el Reino. ¡Y la Iglesia sólo existe por el Reino! O sea, la Iglesia vive por ellos.

Jesús asumió un estilo de vida pobre, para poder proclamar con libertad el Evangelio.
Ellos han movilizado a miles de hombres y mujeres, y han transformado sus corazones, haciéndolos solidarios con su causa y con la causa de la humanidad, al estilo de Jesús de Nazaret.

Jesús, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza -2ªCo 8,9- Decía San Bernardo que "la pobreza no se encontraba en el Cielo; abundaba en cambio, sobre la tierra, pero el hombre ignoraba su valor; por eso el Hijo de Dios quiso descender sobre la tierra, para asumirla y trasformarla para nosotros en preciosa".

Muchas veces pienso que aún no hemos descubierto el valor de esta bienaventuranza, y que todavía no sabemos qué es eso de “la opción preferencial por los pobres”, porque si fuera una realidad, seguro, que no sólo tendríamos menos pobres, sino fundamentalmente, que seríamos todos mucho más humanos, solidarios, y compasivos, y nuestra fe tendría una calidad probada ¿Por qué?

Porque el que es pobre de verdad, no exige, se abre a lo que le dan; espera recibir… y agradece.

Porque el que conoce su limite y sabe que no lo puede todo, es humilde, y la humildad es el camino que conduce a la Verdad y que nos lleva a Dios.

Porque el que es pobre de espíritu ya posee el Reino y en su corazón hay lugar para todos, es universal… Es como Jesús.

Me quedo con la pregunta que un día me hizo mi hermano Pedro Meca O.P. que vive con los sin techos en las calles de Paris: “-El día que los pobres hagan la opción preferencial por la Iglesia, ¿la Iglesia y los cristianos, optaremos por la Iglesia de los pobres?

Ahí lo dejo, y lo repito: ¡De ellos es el Reino….!

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