San Jorge, Sant Jordi, Sant George

Encontramos a este Santo en el siglo III-IV, en Capadocia. La figura de este Príncipe guerrero es uno de los principales temas legendarios de la cultura cristiana. Su culto es tan amplio en la historia de Oriente y Occidente, como la ignorancia a cerca de su verdadera historia.
La variedad y la dispersión de las tierras que le han tomado como patrono, la difusión simbólica de su célebre cruz roja sobre un fondo blanco adoptada por los cruzados, y la abundante iconografía, que suele representarlo en el momento de matar a un dragón, expresan el carácter mítico del personaje y del santo.
Aunque su existencia como personaje histórico ha suscitado algunas dudas, existen inscripciones que avalan su vida y su martirio. Ha sido honrado con el título de “gran mártir”, habiendo sido martirizado a principios del siglo IV.
Entre las muchas hazañas que se le atribuyen tradicionalmente, la más famosa y popular es la del dragón de Silene. Este terrible monstruo vivía –dice la leyenda- en un lago, cerca de esa ciudad de Libia, y era alimentado cada día con una doncella que los pobladores elegían por sorteo. El día que le tocó el turno a la hija del Rey, pasó por allí casualmente Jorge. El monarca que conocía su fama, le rogó que salvara la vida de la princesa. El, con gallardía y coraje enfrentó al dragón que echaba llamas por la boca y lo mató de un certero lanzazo –siempre según la leyenda-. Una vez liberada la princesa, el rey y todos los súbditos se convirtieron al cristianismo, fe que profesaba el joven y valiente guerrero Jorge.