Es atroz nuestro querer

En plena crisis argentina hace un par de años, mi padre me regaló un libro de Marcos Aguinis titulado, “El atroz encanto de ser argentinos”. Un libro que atrapa, y con el que uno puede estar o no de acuerdo, pero que sin duda refleja los sentimientos de miles de compatriotas.

En medio de una descripción de lo que ocurre en Argentina, y del insobornable honor que sentimos los argentinos de serlo, a pesar de la corrupción endémica de su clase política, de sus continuas crisis, el autor llega a la conclusión de que ser argentino es una empresa cada vez más difícil: Emociona serlo, pero se sufre por ello.

Un libro brillante, que me sugiere muchas cosas, sobre todo cuando en mi País ocurre algo “fuera de serie”, impensable, o en el que la realidad supera por lejos la ficción. En esos momentos recuerdo algunos párrafos y afirmaciones, y con humor supero el trago de lo increíble.

Algo de eso me pasó hoy: Leí en un titular que un pibe argentino de 24 años, creo que de Santa Fe, se casó con una señora de 82 años, y que dice que la ama entrañablemente. Resulta que el pibito es un desempleado y su “amada tiene mucha pasta”, y le ha hecho donación de sus bienes. Dice que está perdidamente enamorado…. Lo que abre no pocos interrogantes, pero que a mí me lleva a afirmar una vez más, que junto al “atroz encanto se ser argentino”, en este caso, “es atroz ese querer”.

Que sean felices, y que si la esposa le dura mucho, mantenga ese amor loco, porque sino, nos dará la razón a los que “no sé por qué” pensamos mal.

Como decía el ex árbitro de fútbol y comentarista argentino Guillermo Nimo: “por lo menos, así lo veo yo”, ¡y espero estar equivocada, pero a la viveza gaucha, ya la tenemos bien conocida!

www.dominicos.org/manresa
Volver arriba