Esta tarde sonaba -¿casualidad?- “No llores por mí Argentina” de Nacha Guevara en la radio de los paletas que trabajan junto al Monasterio. Y me pregunto si es casualidad, porque esto ocurría cuando acababa de echar a la papelera una carta abierta en la que explicaba lo que siento como argentina al ver lo que están haciendo de ella los políticos de turno. La rompí porque reconozco que tenía demasiado veneno y respiraba amargura e impotencia, y eso ni me hace bien a mí, ni podía hacerlo a los que la leyeran.

“Será difícil de comprender
que a pesar de estar ahora aquí
soy del pueblo y jamás lo podré olvidar.” –dice la canción-

Y lejos, tan lejos como estoy, me siento cada vez más unida a la suerte y a la desgracia de mi pueblo y de mi gente, y no puedo menos que, desde el lugar privilegiado en el que me encuentro para orar y suplicar justicia y misericordia, alzar mi voz para pedir y suplicar una tregua para los pobres, un respiro para los que sufren, un alivio en medio de tanto sufrimiento.

Hoy elevo mi queja y mi súplica por Tucumán, mi provincia, la más pequeña y una de las más empobrecidas a causa de la corrupción endémica de unos políticos que sólo piensan en saciar su codicia al precio que sea, que en este caso es la vida de los niños y de los ancianos que cada día mueren desnutridos en la más absoluta miseria e indignidad.

Me comunican que la esposa del presidente se presenta a las elecciones presidenciales de octubre, y una vez más, las viejas dinastías y estirpes de corruptos, se perpetúan en el poder manteniendo la hegemonía mientras el pueblo se muere de hambre y ve pisoteada su dignidad. ¿Es posible mantener viva la esperanza?

El 9 de julio el presidente Nestor Krichner irá a Tucumán a celebrar los CXCI de la declaración de la Independencia de la corona española, ya que está se realizó en Tucumán.

Ese día en la provincia se hace mucha fiesta. Los desfiles militares de la época de la dictadura militar, esta vez serán reemplazados por la comparsa en la que se rendirán los honores al tirano que gobierna actualmente al País; y para garantizar que su ego se vaya reconfortado -y así eche unas migajas para proyectos sociales-, el gobierno trasladará a los pobres de todos los rincones de Tucumán para aclamar al presidente, a cambio de un bolsón de alimento.

Me duele Argentina, y desde la distancia intento hacer algo para que los pobres estén un poco mejor. www.sostucuman.org

Desde este blog, permitidme que os diga que no es verdad que Argentina va bien: Argentina está muy mal, los pobres son cada vez más pobres, y lo peor de todo es que la verdad hoy es silenciada.

En esta situación, -¡gracias a Dios!- la Iglesia es una de las pocas voces proféticas que denuncian con autoridad la opresión, y anuncia que la esperanza es posible.

Que en comunión con ella los argentinos no se cansen de esperar contra toda desesperanza, y que experimenten siempre que Dios camina con su pueblo, y que la tierra prometida la heredaran los pobres, los que lloran, los oprimidos, porque Jesús así lo prometió.

www.dominicos.org/manresa