(Cáritas).- Millones de personas se enfrentan de nuevo al grave riesgo de una crisis alimentaria de serias consecuencias en toda la región africana del Sahel, donde el irregular y escaso régimen de lluvias de los últimos meses ha causado un desplome de la producción agrícola en toda la región. Según la FAO, las cosechas de cereales básicos han sido muy deficitarias en la campaña de 2011: en Mali, la producción global de grano en 2011 fue un 20% inferior con relación al año anterior; en Mauritania, un 53% menos; en Burkina Faso, el descenso fue del 21%; en Senegal, del 15%; y en Chad, del 50%.
Algunos países, como Chad o Mauritania, tienen únicamente reservas de alimentos para cubrir los primeros tres meses del 2012. El resto de países del Sahel pueden tener un margen de autosuficiencia alimenticia de uno o dos meses más. Esto significa que, a partir de marzo o abril próximos, los Gobiernos tendrán que intervenir de forma masiva para evitar una situación de hambruna.
No obstante, la escasez de alimentos es crítica en muchas familias, que ya han agotado sus reservas de grano y se están viendo obligadas a vender el poco ganado que poseen para comprar arroz o mijo, productos básicos de la dieta tradicional. Se prevé que la situación se siga agravando hasta el próximo mes de marzo. A fecha de hoy, se detectan ya consecuencias directas de la falta de alimentos en la población subsahariana, con unas tasas de malnutrición infantil moderadamente graves, que podrán deteriorarse si no se llevan a cabo intervenciones urgentes.
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