Testimonio de una religiosa en el Haití ya olvidado La segunda parte del terremoto: el hambre

(Isabel Sola, Religiosa de Jesús-María).-Hola a todos. Estoy un poco aturdida, cansada y triste pero voy a intentar escribir algo porque sois tantos los que me estáis apoyando en este momento que es lo menos que puedo hacer. Hemos vuelto a Gros Morne a descansar porque estamos muy cansadas creo que cada vez aguantamos menos bueno, yo menos que Jackie y Britany, me parece.

Todo esto es tan dantesco que sé que tardare años en digerirlo pero pido que algo bueno salga de esta catástrofe, no sé qué, no entiendo por qué... pero necesito tener un agujerito de esperanza para poder seguir viviendo despues de todo lo pasado hasta ahora.

Al principio fue el encuentro con la muerte cruda y dura, después los heridos, ahora somos los supervivientes refugiados, y todas las consecuencias que va trayendo un terremoto. Nunca se piensa en ello hasta que te toca en tu carne.

Necesito seguir vislumbrando por donde seguir, estoy perdida, como tanta gente, sin casa, sin comunidad. Eso es lo que me hace sentir más cerca de ellos, que estoy pasando lo mismo, aunque sin que me hayan cortado una pierna, y sin haber perdido a nadie de mi propia comunidad.

Para leer el artículo completo, pincha aquí:

Volver arriba