"Prestó su voz a América Latina y el Caribe... fue un referente constante de pastor... " Sentido homenaje universal al obispo del pueblo, Pedro Casaldáliga
La Iglesia latinoamericana rindió homenaje a este pastor que "durante los duros años del régimen militar en Brasil y muchos otros países de América Latina, él fue un referente constante de pastor que guarda fielmente su rebaño a la luz de la Palabra de Cristo".
| Felipe Monroy - VCNoticias
Bogotá, Colombia.- La Iglesia católica latinomericana y cientos de organizaciones populares externaron su pesar por la muerte del obispo Pedro Casaldáliga Plá, misionero claretiano, quien fuera prelado de São Félix do Araguaia (Brasil) y uno de los testimonios "de la cercanía amorosa de Dios a los más pobres".
La Iglesia latinoamericana rindió homenaje a este pastor que "durante los duros años del régimen militar en Brasil y muchos otros países de América Latina, él fue un referente constante de pastor que guarda fielmente su rebaño a la luz de la Palabra de Cristo".
"Pedro Casaldáliga -reconocen los obispos latinoamericanos- fue y seguirá siendo un icono en la defensa de los pobres, especialmente de los indígenas".
A dom Pedro Casaldáliga se le recuerda con su lema "Nada que poseer, nada que llevar, nada que pedir, nada que silenciar y sobre todo, nada que matar", el cual llevó a la práctica durante su servicio ministerial en las regiones más apartadas de la amazonía brasileña: "siempre trabajó y anheló para los desposeídos, las víctimas de los regímenes ideológicos y políticos en Brasil", le reconoce el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
El obispo, de origen español, falleció a los 92 años tras un par de días hospitalizado en la propia comunidad de São Félix do Araguaia; según el reporte médico, los problemas respiratorios que le aquejaban de tiempo atrás se complicaron, junto a los efectos del mal de párkinson que sufría.
La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano expresó su cercanía fraterna con la Iglesia de Brasil ante la noticia del fallecimiento del prelado emérito de Sao Félix do Araguaia, Pedro Casaldáliga; un pastor que a lo largo del tiempo se constituyó en un auténtico testimonio del amor de Dios en medio de los pobres.
"Él, como poeta, prestó su voz a América Latina y el Caribe... fue un referente constante de pastor... ahora es toda esta tierra, por él tan amada, que toma la palabra para presentar una oración de agradecimiento a Dios por su testimonio".
En este agradecimiento, al que se suman varias organizaciones populares e indígenas en América, se destaca "su incansable su misión al servicio de la promoción humana y la defensa de los derechos humanos de los más pobres; gestó y contribuyó a la creación y consolidación de comunidades eclesiales de base con líderes que actuaron como levadura entre los pobres".
"Casaldáliga llegó a Brasil en 1968 con el objetivo de fundar la misión claretiana en el estado de Mato Grosso, una región con las características propias de una comunidad con un alto grado de analfabetismo, marginación social y concentración de tierras de unos pocos, donde los efectos del modelo latifundista eran evidentes".
En 1970 fue nombrado administrador apostólico de la prelatura de São Félix do Araguaia y el 27 de agosto de 1971, el papa Pablo VI lo nombró obispo de esa región.
A Casaldáliga se le conoce admás por sus cualidades literarias, como poeta y autor de 40 obras sobre antropología, sociología y ecología.
Fue, sin embargo, su tesón profético el que lo colocó en el centro de numerosas amenazas de muerte: "la más grave -recuerdan sus biógrfos- sucedió el 12 de octubre de 1976, en Ribeirão Cascalheira en la región del Mato Grosso".
"Don Pedro Casaldáliga fue informado sobre la situación de dos mujeres que estaban siendo torturadas en la comisaría local. Lugar al que se dirigió con el sacerdote jesuita João Bosco Penido Burnier. Después de sostener una discusión con la policía, el padre Burnier amenazó con denunciarlos a las autoridades, por lo que fue golpeado y posteriormente ultimado con un disparo en la cabeza. En ese lugar se construyó una iglesia en su memoria y el significado de su muerte para la comunidad".
En el 2000, Pedro Casaldáliga fue reconocido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Estatal de Campinas; y en 2012 recibió idéntica distinción de la Pontificia Universidad Católica de Goiás.
