Es pecado votar por candidatos que apoyen “caricaturas grotescas de familia integrada por personas del mismo sexo”

La polémica desatada por el obispo de Cuernavaca, Mons. Florencio Olvera Ochoa, al publicar los Diez pecados electorales, despertó el enojo de la clase política mexicana que denunció al prelado al hacer política en medio del crispado ambiente electoral que vive México. No es la primera vez que el episcopado mexicano emite su punto de vista sobre candidatos y partidos y los obispos tratan de orientar al electorado sobre su proceder al momento de cruzar la boleta electoral favoreciendo a quien represente el mal menor.

Al hablar de pecado, referimos la perdida de la gracia divina que deshace la relación con Dios y el prójimo. Estos pecados electorales exigirán de los empadronados un estado consciente al emitir su voto, ¿bajo riesgo de pecado mortal? el cual, en consecuencia, debería ser perdonado por el sacramento de la reconciliación, siguiendo el orden lógico de la dinámica del perdón, al tratarse de una ofensa contra el prójimo y la comunidad.

¿Cuáles son los pecados electorales? De acuerdo con el prelado, no votar es pecado porque favorece a los partidos y candidatos más inmorales; no conocer a los candidatos y partidos; vender, comprar o robar votos así como presionar al electorado; votar por plataformas políticas que vayan contra la vida y que atenten contra la familia tradicional apoyando “”; es pecado votar por partidos y candidatos que no defienden la libertad religiosa y quienes fomenten nuevas formas de esclavitud como las drogas y la pornografía; es pecado votar por propuestas políticas que desarrollen el capitalismo salvaje, provocando más pobreza; es pecado no saber ganar, ni aceptar la realidad, no reconocer debilidades, perder el ánimo y no colaborar con la autoridad legítima para lograr acuerdos comunes.

De acuerdo con una encuesta del diario El Universal, difundida este lunes 30 de marzo, el 28% de los ciudadanos entrevistados manifestaron su desinterés por el próximo proceso electoral de julio… y este desinterés es pecado, según el obispo de Cuernavaca, desinterés generado por el desánimo y fraude que se han venido dando en cada elección, al ver que los candidatos se benefician y los electores siguen igual o en pésimas condiciones.

Presentamos el decálogo de pecados electorales del obispo de la diócesis de Cuernavaca.

Pecados electorales

1. Es pecado no votar, caer injustificadamente en el abstencionismo por pereza, por apatía, sabiendo que el abstencionismo puede favorecer a los más inmorales. Si en conciencia no encuentro al candidato puro, debo votar por el menos malo o por algún candidato no registrado.

2. Es pecado votar sin conocer el partido o al candidato como persona capaz y honesta.

3. Es pecado vender mi voto, comprar el voto, robar votos. El voto del miedo. Presionar el voto con amenazas o con dádivas e imponer el voto corporativo, que es anticonstitucional; todo líder tiene únicamente un voto: el personal.

4. Es pecado votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, la prolongación de la vida por medios extraordinarios (aferramiento terapéutico), la destrucción y manipulación del embrión humano.

5. Es pecado votar por proyectos en contra de la familia monogámica e indisoluble, por proyectos que promueven caricaturas grotescas de familia integrada por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho a educar a sus hijos.

6. Es pecado votar por quien no respeta la libertad religiosa, de todos y cada uno de los mexicanos, no sólo de los católicos.

7. Es pecado votar por quienes fomenten las formas modernas de esclavitud: alcohol, droga, pornografía, prostitución, secuestro, etcétera.

8. Es pecado votar por proyectos de economía salvaje que atacan a la persona humana y el bien común, que dañen la justicia social, la solidaridad y su subsidiariedad perjudicando sobre todo a los más pobres.
9. Es pecado no saber ganar, considerar como enemigo a quien vota distinto a mí, ser prepotente, no trabajar para los demás y trabajar únicamente para mi grupito.

10. Es pecado no saber perder, ni aceptar la realidad, no reconocer mis debilidades, perder el ánimo, no colaborar con la autoridad legítima para lograr acuerdos comunes y prepararme para la próxima campaña.

Nota: Pecado es lo que va contra el amor a Dios, a uno mismo, a los demás, a la Patria.

+Mons. Florencio Olvera Ochoa. Obispo de Cuernavaca
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