Cuando era niña y me golpeaba, corría a dónde estaba mamá. Yo lloraba, ella solo me daba un beso donde me había lastimado y el dolor desaparecía. Ya podía volver a jugar.

Crecí y tuve novios, cuando estaban estresados, nerviosos o simplemente se sentían mal, siempre les daba un beso en los labios y el malestar desaparecía ( hoy pienso que tal vez ya pensaban en otra forma de entretenimiento).

Fui madre y con mi hijo pasaba igual. Bastaba un beso dado con amor y él olvidaba todo y corría con sus juguetes.

Creo yo que las mujeres tenemos un poder especial en nuestros labios.

Puede ser que una pareja se vuelva un niño en nuestros brazos y por un momento deja de sentirse invulnerable para rendirse y mostrar debilidad.

Los hombres creen que no pueden llorar, nosotras tenemos algo que los muestra como son.

No buscamos “machos” sino seres humanos porque  también lo somos y mostrar lágrimas no nos hace débiles, tampoco menos.

Miles de mujeres lucharon y conquistaron derechos y no creo que haya un tipo que soporte humillaciones, burlas y a veces golpes solo por su género y siga de pie.

Nosotras podemos y además con nuestros labios sanamos el alma quizás.

¿Por qué sanan los besos? Libera endorfinas y hormonas como la dopamina y la oxitocina, que están relacionadas con el afecto y el cariño.

Culturalmente, no ofrecen afecto los hombres. Se considera algo afeminado que lo haga, mases un deber para el género femenino.