Los máximos responsables de interpretación de la Unión Europea visitaron Comillas

Con motivo de su viaje a Madrid para establecer contactos políticos relacionados con la próxima presidencia española de la Unión Europea, el Director General de Interpretación, de la Comisión Europea, Marco Benedetti, y la Directora General de Interpretación y Conferencias del Parlamento Europeo Olga Cosmidou, visitaron la Universidad Pontificia Comillas, donde impartieron una conferencia-coloquio conjunta a los alumnos de Traducción e Interpretación y de la doble titulación de dicho grado con Relaciones Internacionales.


Al presentar a los ponentes, ante una sala repleta de estudiantes de las dos titulaciones, la Vicedecana de Relaciones Internacionales y Externas de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Nadia Rodríguez, señaló que Comillas era la única institución universitaria que ambos responsables visitaban en su viaje a Madrid, y animó a los asistentes a formular todas las preguntas y dudas que tuvieran sobre la posibilidad de llegar a ser interpretes profesionales de estas dos organizaciones europeas.

Marco Benetti, que al iniciar su intervención se mostró encantado de la alta participación de los alumnos en el acto, habló sobre "Use of languages in the EU: Visions and realities". El multilingüismo, entendido como la capacidad de hablar dos lenguas además de la materna, es un objetivo de la Unión Europea, agregó Benedetti, que actualmente integra 23 idiomas oficiales de 27 países miembros, con las últimas incorporaciones de Bulgaria y Rumanía. Una sociedad que no maneja varias lenguas necesita más de la labor de los intérpretes, pero el problema es de doble dirección, porque una educación pobre en formación lingüística hace más difícil la existencia de intérpretes.

La Comisión Europea cuenta con el mayor servicio de interpretación del mundo, con 550 intérpretes y unos 200 administrativos, que en 2008 intervinieron en más de 12.000 reuniones y realizaron más de 15.000 jornadas de trabajo, con entre 60 y 70 sesiones diarias.

En ocasiones, apuntó Benedetti, se demanda interpretación de idiomas de países que son socios importantes de la UE, como: chino, ruso, árabe o japonés.

El español se utiliza en casi el 50 por ciento de las sesiones de trabajo, frente al 96 por ciento del inglés, el 73 del francés y el 57 por ciento del alemán. Sólo el italiano se usa menos que la lengua española. Como no es posible interpretar directamente a las 23 lenguas que se hablan en la UE en cada reunión, se recurre a lenguas intermedias, un idioma "puente" con otros de menor uso. En ese contexto, Benedetti resaltó la importancia del español, como lengua intermedia. Asimismo, subrayó el interés de la Comisión Europea porque en las instituciones que preparan intérpretes no se enseñe sólo el inglés sino, al menos, francés, alemán, italiano y griego, para que se pueda interpretar de estas lenguas al español.

A continuación, Olga Cosmidou disertó sobre la labor de interpretación en el Parlamento Europeo, donde, día a día, se trabaja con las 23 lenguas de sus parlamentarios, lo que da lugar a un total de 506 combinaciones lingüísticas, de las que 189 se hacen directamente, sin recurrir a lenguas intermedias, y el concurso de 800 intérpretes diarios. En ocasiones, se interpreta también al ruso y al árabe, añadió.

El Parlamento Europeo es, como destacó Cosmidú, la institución mundial que más intérpretes contrata. En la cabina española hay 20 profesionales funcionarios, y otros 180 freelance. En este punto, Cosmidú añadió que los intérpretes funcionarios deben pasar una prueba que incluye temas de cultura general y de conocimiento sobre la UE, mientras que los freelance tienen que superar un examen para conseguir la acreditación que les permite trabajar para las instituciones europeas.

"La profesión de intérprete en el ámbito internacional se desenvuelve en un entorno multicultural y dinámico ?agregó la Directora General-, que permite ser testigo de decisiones trascendentales para la historia". Su vida, agregó, es interesante y movida, con un sinfín de retos diarios, pero con una alta responsabilidad y el uso constante de las nuevas tecnologías. Las universidades, continuó, preparan a los intérpretes con técnicas y conocimientos académicos, pero es de suma importancia que los acerquen de la mejor manera posible a la realidad profesional. Para ello, es indispensable, según Cosmidú, que la formación sea impartida por intérpretes que trabajen en instituciones internacionales. "De ahí la importancia de que una gran parte del profesorado de esta universidad sean intérpretes acreditados ante la UE", dijo.
Cosmidú señaló que actualmente se trabaja en un proyecto para que el Parlamento Europeo colabore con las universidades para facilitar a sus alumnos formación en interpretación. A juicio de la Directora General, Comillas reúne todos los requisitos para establecer relaciones con el Parlamento Europeo, que permitan concertar esfuerzos y complementar recursos que beneficien la preparación de sus estudiantes.

Aludió también a que el mercado laboral de la interpretación no está saturado y que las instituciones necesitan más profesionales, sobre todo de español, especialmente porque en un plazo de entre cinco y diez años, las instituciones europeas se quedarán sin algunos de sus intérpretes más veteranos.

Ya en el coloquio, Benedetti respondió a una pregunta sobre la importancia de conocer más de tres lenguas. Para presentarse a las oposiciones y a las pruebas de acreditación, dijo, hacen falta dos lenguas además de la materna, y una tercera es una ventaja. Esa cuarta lengua podría ser una de las más habladas, como el alemán, idioma del que hay una alta necesidad de intérpretes en la Comisión Europea, o una lengua minoritaria. Según Cosmidú, en la cabina española del Parlamento Europeo saber sólo francés o inglés no es suficiente, y hace falta una tercera lengua, cuanto más difícil mejor, y citó como ejemplos el alemán y el griego.

Benedetti resaltó el interés de la Comisión Europea en contratar intérpretes de lengua española y en continuar manteniendo la colaboración que ya tiene con Comillas.

Los dos responsables europeos aprovecharon su estancia en Comillas para mantener reuniones con el Rector de la universidad, José Ramón Busto, SJ, y con las autoridades de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, que imparte el grado de Traducción e Interpretación, y es el único centro universitario español que forma parte de la Conferencia Internacional de Centros Universitarios de Traducción e Interpretación (CIUTI), el club que reúne las instituciones más reconocidas de todo el mundo en la formación de traductores e intérpretes.
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