"Feliz y sereno año nuevo. A todos les deseo un año de paz en la gracia del Señor" El Papa en el ángelus: "Dolorido, expreso mi cercanía al pueblo turco y rezo por toda la nación en luto"

(José M. Vidal).- Ángelus de año nuevo desde la cátedra de la ventana. El Papa pide a la Santa Madre de Dios que rece por el mundo, azotado por la "mancha" de la violencia del terrorismo. Y Francisco, expresa, dolorido, su "cercanía al pueblo turco" y reza "por toda la nación en luto", tras la matanza de la discoteca de Nochevieja en Estambul. Tras condenar el atentado, invita a "asumir la no violencia como estilo de una política de paz".

Lleno hasta la bandera en la Plaza de San Pedro. Como en las grandes ocasiones. Gente de paz que viene a escuchar, una vez más, el mensaje de paz del Papa de la paz.

Algunas frases de la catequesis del Papa

"Hoy, solemnidad de María, volvemos los ojos a la madre"

"Jesús nació de mujer"

"María permanece abierta ante todos los acontecimientos que ocurren en torno a su Hijo"

"Silenciosa y atenta, trata de comprender"

"Dios le pide a María no sólo que sea la madre de su Hijo, sino también cooperar con el Hijo en el plan de la salvación"

"Inmenso reconocimiento hacia la que le dio al mundo un Salvador"

"Gracias, santa madre de Dios"

"Gracias por tu humildad y por la fe"

"Gracias por la valentía con la que dijiste 'heme aqui'"

"Reza por nosotros, peregrinos en el tiempo"

"Ayúdanos a caminar por la vía de la paz"

Saludos después del ángelus

"¡Feliz Año!"

"Será bueno, en la medida en que cada uno de nosotros trate de hacer el bien día a día"

"Así se construye la paz, diciendo no con los hechos al odio y a la violencia y sí a la fraternidad y a la reconciliación"

"Pablo VI comenzó a celebrar la Jornada mundial de la paz"

"En el mensaje de este año propuse asumir la no violencia como estilo de una política de paz"

"La violencia ha golpeado incluso en esta noche de buenos deseos y de esperanza"

"Con profundo dolor expreso mi cercanía al pueblo turco. Rezo por las numerosas víctimas mortales y los heridos y por toda la nación en luto"

"Y pido al Señor que sostenga a todos los hombres de buena voluntad que con valentía se remangan las mangas para afrontar la plaga del terrorismo y esta mancha de sangre que envuelve al mundo con una sombra de miedo y desconcierto".

"Deseo dar las gracias al presidente de la República italiana"

"Que el pueblo italiano pueda mirar al futuro con confianza y esperanza"

"Feliz y sereno año nuevo"

"A todos les deseo un año de paz en la gracia del Señor"


Texto completo de la catequesis del papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En los días pasados hemos puesto nuestra mirada venerante sobre el Hijo de Dios, nacido en Belén; hoy, Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, dirigimos nuestros ojos a la Madre, pero manteniendo ambos en su estrecha relación. Esta relación no se agota en el hecho de haber generado y en haber sido generado; Jesús «nacido de mujer» (Gal 4,4) para una misión de salvación y su madre no está excluida de tal misión, al contrario, está asociada íntimamente. María es consciente de esto, por lo tanto no se cierra a considerar solo su relación maternal con Jesús, sino permanece abierta y atenta a todos los acontecimientos que suceden a su alrededor: conserva y medita, observa y profundiza, como nos recuerda el Evangelio de hoy (Cfr. Lc 2,19).

Ha ya dicho su "si" y ha dado su disponibilidad para ser involucrada en la actuación del plan de salvación de Dios, que «dispersó a los soberbios de corazón, derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías» (Lc 1,51-53). Ahora, silenciosa y atenta, trata de comprender que cosa Dios quiere de ella cada día.

La visita de los pastores le ofrece la ocasión para captar algún elemento de la voluntad de Dios que se manifiesta en la presencia de estas personas humildes y pobres. El evangelista Lucas nos narra la visita de los pastores a la gruta con una sucesión incesante de verbos que expresan movimiento. Dice así: ello fueron sin esperar, encontraron al Niño con María y José, lo vieron, y contaron lo que de Él les habían dicho, y finalmente glorificaron a Dios (Cfr. Lc 2,16-20).

María sigue atentamente esta visita, que cosa dicen los pastores, que cosa les ha sucedido, porque ya entre ve en ellos el movimiento de la salvación que surge de la obra de Jesús, y se adecua, lista para todo pedido del Señor. Dios pide a María no solo ser la madre de su Hijo unigénito, sino también cooperar con el Hijo y por el Hijo en el plan de salvación, para que en ella, humilde sierva, se cumpla las grandes obras de la misericordia divina.

Y aquí, mientras los pastores, contemplan el icono del Niño en brazos a su Madre, sentimos crecer en nuestro corazón un sentido de inmenso reconocimiento hacia Ella que ha dado al mundo al Salvador. Por esto, en el primer día del nuevo año, le decimos:

¡Gracias, oh Santa Madre del Hijo de Dios, Jesús, Santa Madre de Dios!

Gracias por tú humildad que ha atraído la mirada de Dios;

gracias por la fe con la cual has acogido su Palabra;

gracias por la valentía con la cual has dicho "aquí estoy",

olvidándose en ti, fascinada del Amor Santo,

hecho un todo con su esperanza.

¡Gracias, oh Santa Madre de Dios!

Ora por nosotros, peregrinos en el tiempo;

ayúdanos a caminar en la vía de la paz.

Amén.


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