Fittipaldi apunta que Roma gastó medio milón de liras para 'esconder' a la joven en Londres La Santa Sede tilda de "fantasiosa y ridícula" la nueva filtración sobre el caso "Emanuela Orlandi"
(Jesús Bastante/Agencias).- En tiempos de transparencia, los enemigos de la libertad suelen incurrir en el pecado de la manipulación, disfrazada de exclusiva. Esto es lo que parece ser el supuesto documento hecho público por el periodista Emiliano Fittipaldi, según el cual el Vaticano 'financió' durante 14 años una serie de pagos para esconder a Emanuela Orlandi, la joven secuestrada en Roma en 1983.
La Santa Sede, a través de su portavoz, Greg Burke, ha tildado la filtración de "fantasiosa y ridícula", mientras que uno de los supuestos implicados, el cardenal Re, negó haber visto jamás dicho documento, sin plicas ni firmas, y en el que se desgrana el pago de casi medio millón de liras para, supuestamente, pagar la estancia y gastos médicos de la joven, hija de un trabajador del Vaticano.
¿De qué estamos hablando? Ni más ni menos que de un documento, escrito en papel normal, sin membretes oficiales, sellos o firmas manuscritas, compuesto por cinco páginas y que lleva la fecha de marzo de 1988. Se titula: «Informe sumario sobre los gastos sostenidos por el Estado de la Ciudad del Vaticano para las actividades relativas a la ciudadana Emanuela Orlandi».

Quien lo habría redactado (y enviado al entonces Sustituto de la Secretaría de Estado, Giovanni Battista Re, y para conocimiento del entonces "ministro del Exterior" Jean-Louis Tauran), habría sido el cardenal italiano Lorenzo Antonetti, que fue desde 1995 hasta 1998 Presidente de la APSA.
En declaraciones a Tgcom24, el propio Re afirmó que "nunca he visto ese documento publicado por Fittipaldi, nunca he recibido ningún informe sobre eventuales gastos efectuados para el caso de Emanuela Orlandi".
Orlandi, de 15 años de edad, hija de un empleado del Vaticano, desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, sin que desde entonces haya habido noticias sobre su paradero.
La desaparición fue relacionada en varias investigaciones con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca, quien llegó a jurar que la joven seguía viva.

También se acusó a la Banda della Magliana, la mafia de Roma de los años 70 y 80, que habría actuado por orden del fallecido arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, entonces director del IOR, el banco vaticano.
Todas esas hipótesis nunca han sido comprobadas y han convertido este caso en uno de los más oscuros de Italia y del Vaticano.
Según el documento que publica Fittipaldi, absuelto por falta de competencia territorial por el Tribunal vaticano por el caso de filtración de documentos, "Vatileaks II", se pagaron desde 1983 a 1997 un total de 482 millones de liras (unos 249.000 euros) para ocultar a la joven.
El documento enumera los importes por varios traslados, actividad de investigación o estancias en Italia o Londres fue presuntamente enviado como se lee en la cabecera por Lorenzo Antonetti, entonces jefe del APSA (administración del patrimonio de la Santa Sede) a los cardenales Giovanni Battista Re y Jean-Louis Tauran.
La filtración, de escasa calidad, es incluso puesta en duda por Fittipaldi (quien en los próximos días publica un nuevo libro, 'Los impostores'), quien en su Facebook dice lo siguiente: "Una de dos: O es verdadero y entonces por primera vez se abren revelaciones clamorosas en uno de los casos más oscuros de la Santa Sede, o es falso, es un documento apócrifo, que mezcla con gran habilidad elementos verdaderos que inducen al lector a llegar a conclusiones equivocadas".