Pese al frío, y bien envuelto en un abrigo, una bufanda y una gorra blancas, Benedicto XVI sale al paso de las declaraciones de su hermano, quien afirmaba que prácticamente no podía moverse. Y lo hace con una imagen, publicada en las redes por Francesco Grana, de Il Fatto Quotidiano.
En la imagen, el Papa emérito aparece sentado en un banco, junto a Grana y a otra persona, en una estampa muy alejada de la que tuvo que ser desmentida por el Vaticano la pasada semana, y que hacía imaginar a un Ratzinger inmóvil, con una "enfermedad paralizante", y sin contacto con el exterior.
La imagen se está reproduciendo a través de los periodistas destacados en Roma. Por su interés, la reproducimos en RD.