Una vez más te propongo la escucha de un canto dedicado a la Virgen. Hoy será una obra breve y delicada, de carácter instrumental y cuya atenta escucha se pasa en un auténtico suspiro. Aunque nos retrotraemos a épocas antiguas la obra es igualmente atractiva y con ese estilo peculiar de la época que ahora te comentaré.

Hoy nos vamos a la época renacentista y a un autor anónimo. Se enmarca dentro de las llamadas laudas italianas. Se trata de canciones en italiano que se desarrollaron desde el siglo XV hata el XIX y que se instalaron definitivamente en el repertorio popular de ese país. Igualmente se pertenecen al género de la poesía y esas obras unas veces terminaban puestas en música y otras no. Aunque algunas laudas, como la de hoy, tienen título religioso no tienen por qué ser obras de este género. Solían ser obras, en origen, monofónicas y con unos aspectos técnicos sencillos debido a que iban a ser interpretadas por personas con escasa formación musical. En cualquier caso, fue un género fresco y muy activo y por eso se instaló entre el público.

Hoy te propongo escuchar Ave Maris Stella. Tras una introducción con el canto llano de este himno, los instrumentos lo glosan. Especialmente destacada está la flauta dulce, instrumento popular en la época y por eso es posible que esta obra fuese interpretada así. De todas formas, es una opción de los intérpretes ya que obviamente no se dejó dicho quién debía interpretar la obra. En cualquier caso, creo que el resultado es lo suficientemente atractivo y bello como para que hoy le dediquemos unos minutos.

La interpretación es del conjunto Huelgas Ensemble dirigido por Paul Van Nevel.