Canta, oh lengua



¡Feliz jueves! Para este día te traigo la ración semanal de música española. En este caso es una obra especial porque podemos decir que es religiosa pero va a ser interpretada por un conjunto instrumental. La magia de los buenos compositores es que, se interpreten donde se interpreten, suenan deliciosamente e incluso se les puede obtener cada vez matices distintos. La obra de hoy va a gozar de esa virtud y se nos pasará en un suspiro dado lo breve de la composición. ¿Te apetece escucharla?

Si es así, el músico es Juan Bermudo (c. 1510-después de 1559), compositor español, andaluz, nacido en Écija. También era un reputado teórico musical. Es más, lo que sabemos de su vida proviene precisamente de esos tratados que le gustaba escribir. Con quince años entró en la orden franciscana y luego estudió en la Universidad de Alcalá de Henares. Fue nombrado guardián de su convento y en 1560 fue nombrado definidor de Andalucía. Poco más se sabe de su vida. Estudió no solo música sino también matemáticas lo cual también le ayudó con la primera disciplina. Parece ser que también era un conocido predicador y teólogo. Se dedicó a la música cuando dejó de ser guardián (debido a una enfermedad). En sus tratados demuestra un gran dominio de la música de su época, sobre todo la instrumental. Sus libros fueron concebidos (o por lo menos esa era su idea) para que fuesen usados en la universidad. En ellos muestra también un gran dominio de la teoría ya que sus conocimientos matemáticos le llevó a hacer rigurosas demostraciones, incluso usando criterios geométricos, de hechos musicales.

Bermudo nos ofrece hoy este himno Pange Lingua. El maestro usa la melodía de este himno llamada «more hispano», que era una especial que se usaba en la Península y que utilizaron otros como Victoria o Guerrero. Dicho cantus firmus aparece al principio en la voz de soprano y luego esta ejecuta una serie de variaciones (glosas, en lenguaje de la época) sobre ella. La obra es muy breve porque en realidad es una transcripción para violas de este himno eucarístico. Una pequeña delicia.

La interpretación es del conjunto The Voice of the Viol.

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