Danzando con la orquesta



¡Feliz viernes! No quiero que se me pase, antes de que acabe el año, un aniversario muy importante de este año. Este que está a punto de terminar se ha cumplido el centenario del nacimiento de un grandísimo compositor, director de orquesta y pianista que hizo estas tres cosas de una forma extraordinaria. Por ello, antes de que termine, quisiera traerte algo de su música, muy conocida. Sí creo que a lo largo del año te he ofrecido algo más pero nunca está de más disfrutar de él.



Se trata de Leonard Bernstein (1918-1990), compositor estadounidense nacido en Lawrence. Además de todo lo dicho en la introducción, era educador y divulgador de la música y cambió definitivamente la forma de acercarnos a ella. Bernstein es el primer director estadounidense que alcanzó fama mundial. Tenía un gran estilo dinámico cuando se subía al podio, a veces exuberante; hay quien lo tachó de exhibicionista. En Harvard estudió con Walter Piston y comenzó escribiendo canciones populares con el seudónimo de Lenny Amber («Bernstein» significa precisamente ámbar). Cuando dirigió a la Filarmónica de Nueva York la colocó en un nivel también internacional y su espaldarazo como compositor sin duda fue gracias al musical «West Side Story». En 1958 se hizo famoso gracias a una serie televisada de conciertos para jóvenes, a los que presentaba la música clásica de una forma nueva y renovada. Bernstein, sin lugar a duda, todo lo hizo bien y, sobre todo sus grabaciones como director de orquesta aún permanece incuestionadas y constituyendo una verdadera referencia.

Precisamente te traigo la famosa suite de Danzas Sinfónicas del musical West Side Story anteriormente citado. Aquí, la danza del musical está concebida sinfónicamente, con ideas temáticas combinadas unas con otras y metamorfoseadas entre sí, algo necesario para ir creando momentos más dramáticos. Así, parece una obra nueva y separada de todos los elementos escénicos. A pesar de todo, el conjunto de danzas constituye ya una escena dentro de la escena, de forma que parece que, solo con música, asistimos a una «West Side Story» dentro de «West Side Story». Bernstein nos muestra su cara más tierna junto con su obra más llena de ritmo y de música realmente viva.

Las danzas son:

1. Prólogo (Allegro moderato).
2. Somewhere (Adagio).
3. Scherzo (Vivace e leggiero).
4. Mambo (Meno Presto).
5. Cha-cha (Andantino con grazia).
7. Escena del encuentro (Meno mosso).
8. Cool Fugue (Allegretto).
9. Rumba (Molto allegro).
10. Finale (Adagio).

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt dirigida por Andrés Orozco-Estrada.

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