Dios te salve, Cristo Rey



¡Feliz viernes! Espero que esta semana laboral que ahora termina te haya ido bien. El mes de diciembre va avanzando poco a poco así como el tiempo de Adviento. Para el día de hoy te traigo una bella música, que tiene esa grandiosidad de la música de ese país pero a la vez toda la religiosidad y el fervor que podríamos esperar de una obra de este tipo. El maestro sabe en todo momento controlar las emociones para así lograr que todas las atenciones se dirijan a Dios. ¿Te apetece conocerlo?

Si es así, que sepas que vamos a estar un rato en compañía de Sébastien de Brossard (1655-1730), compositor francés nacido en Dompierre. Nació en una familia de vidrieros de Normandía y estudió con los jesuitas de Caen, asistiendo luego a la universidad de esa ciudad. Tras los estudios se dedicó a la música que había aprendido de forma autodidacta. Parece ser que interesó el laúd y compuso músicas para este instrumento. Llegó a ordenarse sacerdote y marchó a París donde siguió componiendo, siempre bajo su propia formación. En 1687 fue empleado en la catedral de Estrasburgo. Fundó la Academia de Música y allí dirigió conciertos, tantos religiosos como profanos. Brossard compuso, además de música para la iglesia, óperas y ballets. Casi a finales del XVII se trasladó a Meaux, donde siguió trabajando y era consultado por cuestiones teóricas. Finalmente falleció allí. Por lo que más era conocido Brossard era por haber escrito un diccionario, y luego por las obras que compuso.

Brossard nos trae hoy su motete Salve Rex Christe, compuesto para dos voces y bajo continuo. En realidad es la salve pero en forma de alabanza a Cristo, es decir, en forma masculina. Fue publicado en 1699, año en que tomó el puesto en Meaux. La obra es típicamente del barroco francés, con esas influencias italianas tan características. Las dos voces se van entretejiendo entre sí, con una línea declamatoria que nos va envolviendo poco a poco. Comienza de una forma tranquila pero el maestro adapta la música a la letra de una forma magistral haciendo que todos los aspectos principales del texto queden resaltados por las voces, en una obra llena de belleza.

La partitura de la pieza puedes conseguirla aquÍ (página 11).

La interpretación es de Stephen Collardelle (haute-contre) y Matthieu Chapuis (taille) con el conjunto Les Surprises.

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