Música para el amanecer

Cuarteto op 76 n.º 4, Haydn

¡Feliz miércoles! Sabiendo que la música es bastante incapaz de describir nada sí es muy sugerente con dichas descripciones y ayuda mucho a que sean más realistas. Ciertamente la música de hoy quizá no lo pretende porque el compositor no le puso el sobrenombre (que proviene más de mentes románticas). Sea como fuere, espero que tengas unos veinte minutos para disfrutar de esta maravillosa obra completa.

Joseph Haydn

Fue compuesta por Joseph Haydn (1732-1809), compositor austríaco nacido en Rohrau. Con solo cinco años se le pidió que se uniese al coro de la catedral de San Esteban de Viena porque su voz era impresionante. El maestro de capilla parece ser que sugirió que Haydn quería someterse a algún tipo de operación para mantener dicha voz pero su padre terminó impidiéndoselo. La enfermedad digamos que la persiguió durante toda su vida ya que de niño contrajo la escarlatina de la que parece ser recuperó y durante toda su vida sufrió de pólipos en la nariz, a veces tan dolorosos que le impedían incluso componer. Poco antes de que el maestro muriese en Viena se organizó una interpretación de su oratorio «La Creación». A ella acudieron compositores tan de renombre como Beethoven y Salieri (que fue el director). Haydn fue llevado en una silla especial pero sus achaques le impidieron asistir al concierto completo. Se sabe que Haydn y Mozart eran grandes amigos y ambos se invitaban a sus respectivos conciertos. De hecho, se dice que en los funerales de Haydn lo que se interpretó fue música de Mozart, concretamente su réquiem.

De este gran maestro vamos a escuchar su Cuarteto de cuerdas op. 76 n.º 4, subtitulado «Amanecer». Fue compuesto entre 1796 y 1797 y fue dedicado al conde Joseph Georg von Erdödy. El primer movimiento, Allegro con spirito, con un acorde sostenido sobre un solo del violín que recuerda a la salida del sol que le da subtítulo. El primer tema emerge lleno de brillantez, con el segundo no menos luminoso. La exposición es algo más oscura. El Adagio es como una especie de himno lleno de delicadeza, aportándonos algo de sombra ante tanta luz. Viene luego un Minueto con su trío en compás ternario, de forma que Haydn transforma la danza francesa en un estilizado vals alemán. El Finale empieza con una canción popular muy británica que va transformando incansablemente sin perder la elegancia. Este cuarteto es una verdadera maravilla.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Cuarteto Amadeus.

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