Oh hijos e hijas

¡Feliz lunes! Comienza la primera semana de abril que además es la de la octava de Pascua. Para ir abriendo boca y desarrollándola vamos a disfruta de una música de un maestro que su tiempo causaba locura entre el público. Seguro que conoces algún artista famoso que llena grandes estadios y teatros, ¿verdad? Pues el maestro de hoy podemos decir que es algo similar. No solo era un extraordinario compositor sino que posiblemente uno de los grandes pianistas de todos los tiempos.

Una de sus grandes obras religiosas es su oratorio Christus, compuesto entre 1862 y 1866. Quiero hoy fijarme en la tercera parte dedicada a la pasión y resurrección. En ella está el coro de hoy, titulado O filii et filiae. Es una obra que es pura delicadeza dentro de esta magna producción. Está compuesta solo para coro femenino, armonio y tres clarinetes, y constituye un contraste bastante espectacular con el stabat mater que le precede. El texto, muy conocido en la Edad Media, alude a palabras de la Magdalena tras el sepulcro vacío. La música literalmente flota ya que además Liszt pide que el coro esté situado fuera del escenario. El mensaje de la resurrección de Jesús no puede llegarnos de una forma más etérea y maravillosa.
La partitura de la pieza puedes conseguirla aquí (página 81).
La interpretación es del Coro de la Radio y Televisión Húngara y la Orquesta Nacional Húngara dirigidos por Antal Dorati.