Proclama mi alma la grandeza del Señor

¡Feliz sábado! Espero que disfrutes mucho de el fin de semana que ahora comienza. Si sigues puntualmente este blog sabrás que todas las semanas me gusta poner música dedicada a la Virgen cada sábado. También deducirás que suelo traerte un día en el que disfrutamos de música española, cosa que hasta hoy no he hecho. En el día de hoy concurren las dos cosas, por lo que vamos a pasarlo bien, por así decirlo, doblemente. Una obra que es una sorpresa, de uno de nuestros grandes del Barroco.

Soler nos invita a disfrutar de su Magnificat, compuesto en 1770. Es una obra en la que se mezclan gravedad e intimidad. Soler mira hacia atrás ya que usa técnicas policorales típicas del XVII. Recurre el maestro a otros elementos como la repetición, para destacar algunas partes, y los elementos contrapuntísticos, para otras. Ciertamente es una composición conservadora que no comparte demasiadas características con ese clasicismo incipiente que también se entreveía en sus obras pero también nos permite comprobar cómo de bien manejaba Soler la armonía y el contrapunto en un estilo muy próximo el de Palestrina o Victoria.
La interpretación es del conjunto Concerto Italiano dirigido por Rinaldo Alessandrini.