Saeta en forma de Salve



¡Feliz sábado! ¡Y feliz comienzo de fin de semana que aquí en España se presenta lluvioso! Lo mismo te preguntabas ya que mi memoria había olvidado la ración de música española. Pero no es así ya que esta nos toca hoy. Y con una obra de un marcado carácter religioso y popular, sobre todo para los sevillanos, como ahora veremos. Su compositor es uno de nuestros grandes nombres que hay que tener siempre en cuenta.

Nuestro compositor español de hoy no es otro que Joaquín Turina (1882-1949), maestro nacido en Sevilla. Creo que ya te he contado alguna vez cómo un hecho cambió por completo la vida de Turina. Fue su encuentro en París con Isaac Albéniz. Ambos en compañía de Falla dieron un paseo por la capital francesa y se tomaron una copita. El cambio en Turina fue radical ya que en esas conversaciones salió a relucir la patria chica. Tres maestros españoles en París debían sacar a flote la música española. Hasta ahora los modelos del sevillano habían sido Franck y Wagner pero Albéniz le recomienda que los abandone y se centre en componer a la española, pero sin olvidar su formación en la Schola Cantorum. A partir de ese momento a Turina se le apareció la diatriba de cómo debía introducir el folklore en sus composiciones. La resolvió de forma magistral como sabemos por sus obras.

Hoy te traigo su Saeta en forma de Salve a la Virgen de la Esperanza, op. 60. Fue compuesta en 1931 y esa Virgen de la Esperanza no es otra que la Macarena de Sevilla. Originalmente fue escrita para voz y piano y luego se adaptó para orquesta. La letra es de los hermanos Álvarez Quintero y es la de una saeta. En la obra, se implora a la Macarena que dé vida y salud a los sevillanos, tan devotos de ella. Dicha devoción y un intenso fervor están siempre presente en esta obra. El lirismo es intenso y nos deja con cierto desgarro en el corazón debido a una música que es sencilla pero profunda a la vez.

El texto de la misma es:

¡Dios te salve Macarena,
Madre de los sevillanos, paz y vida!
¡La que alivia toda pena;
la que cura con sus manos toda herida!
¡Dios te salve, luz del cielo,
siempre estrella y siempre aurora de bonanza!
¡La que ampara todo anhelo;
la divina sembradora de esperanza!
¡Dios te salve, María,
Madre de gracia llena;
alma de Andalucía,
sol de la Macarena.

La interpretación es de Blandine Staskiewicz (soprano) y Anne Dauchy (piano).

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