Salmo húngaro

Psalmus Hungaricus, Kodály

¡Feliz jueves! El maestro de hoy es de esos que no están en primera fila (desgraciadamente porque su música sí lo debería estar), pero cuyas composiciones siempre nos maravillan y nos satisfacen de tal manera que nos siguen quedando ganas de más.

Zoltán Kodály

Hablo de Zoltán Kodály (1882-1967), compositor húngaro nacido en Kecskemét. Hoy casi es más conocido por su labor en la etnomusicología que por sus composiciones. Su padre era un violinista afinionado y fue el que inició a su hijo en la música. Luego estudió en Budapest y recibió varios diplomas que coronaron su carrera. Fascinado por la música popular, marchó por toda Hungría para recoger melodías populares que se cantaban en los pueblos. Haciendo eso tuvo oportunidad de trabar amistad con otro etnomusicólogo: Béla Bartók. En 1906 se produjo su debut como compositor y en eso también triunfó. Sus obras fueron apareciendo poco a poco junto con otros escritos educativos suyos. En este aspecto, desarrolló el famoso Método Kodály, que aún hoy día está vigente como instrumento de enseñanza.

Escuchemos su monumental Psalmus Hungaricus, op. 13, obra para tenor, coro, escolanía y orquesta; data de 1923. Fue un encargo por el aniversario de la unificación de Buda y Pest. Fue esta obra la que también consagró a Kodály como compositor de fama internacional después de ser reconocido como musicólogo. El texto es una glosa del salmo 55 que escribió el poeta y predicador del siglo XVI Mihály Vég, es decir, texto religioso para una ocasión profana. La música es un reflejo no solamente de ese texto sino de cómo estaba el mundo una vez terminó la Primera Guerra Mundial. La composición está dividida en tres movimientos, interpretándose los dos primeros sin pausa entre ellos y constituyendo una obra tan sólida que es una verdadera maravilla.

La interpretación es de István Kovácsházi (tenor) Internationale Chorakademie Lübeck y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt dirigidos por Peter Eötvös.

Volver arriba