Salve, reina de los cielos

¡Feliz viernes! Hoy tenemos otro día festivo, en esta ocasión con contenido religioso. Como sabrás, hoy es la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen y por eso esta semana tenemos doble ración de música mariana (mañana habrá más). ¡Bien! La obra que te traigo hoy es de un maestro poco conocido que nos visita por primera vez. La obra, en cualquier caso, es soberbia, típicamente barroca, con esas sonoridades majestuosas a las que esta época musical nos tiene acostumbrados.

Mayr nos trae hoy su Ave Regina coelorum. Fue publicada en 1681 y está compuesta para alto, violín y bajo continuo. Que Mayr era un maestro del violín es algo evidente porque puedes ver cómo el papel protagonista de esta pieza lo ocupa dicho instrumento en vez de la voz humana. La pieza comienza con una extensa sinfonía en forma de preludio para violín y bajo continuo. Tras ella, la voz ocupa el primer lugar pero en imitación de los embellecimientos del violín. Ambos dialogan por no decir que compiten. Otro interludio a cargo del violín da paso a la siguiente estrofa de la antífona (la que empieza con «Gaude, Virgo gloriosa»). De nuevo la voz aparece imitando al instrumento. Termina la pieza con una especial alegría y emoción.
La interpretación es de Ida Aldrian (alto) y el Ensemble Castor.