¡Feliz jueves! Es común entre los compositores que unos present homenajes a otros debido principalmente a la admiración, ya sea como compositor y/o persona. Hoy vamos a asistir a uno de esos actos de gratitud musical de la mano de dos grandes maestros de épocas algo más antiguas que la nuestra. Aparecerá uno que durante su tiempo lo eclipsó todo debido a lo importante de sus obras y a su inmortal legado.

Te presento a Francesco Maria Veracini (1690-1768), compositor italiano nacido en Florencia, ciudad en la que también murió. Evidentemente, Veracini era un gran compositor pero en su época pasó por ser uno de los mejores violinistas que existieron casi al mismo nivel que Giuseppe Tartini. Durante su estancia en Londres compitió con el mismísimo Handel por llevarse la palma en cuanto a composición de óperas. En 1711 se estableció en Venecia y allí es posible que otro gran violinista, Pietro Antonio Locatelli, estudiase con él. Tras su periplo por Europa, con etapa final en Londres como he dicho, volvió a Italia en 1750 para trabajar como músico de iglesia en Florencia, componiendo y dirigiendo y ya con pocas fuerzas para tocar el violín. En su música hallamos rastros de Vivaldi y, evidentemente, Corelli, con una escritura muy conservadora y cada vez más interesada en la escritura canónica. En cuanto a las arias de ópera, apreciamos la influencia de su rival Handel, a pesar de que incluso llegada a denunciarlo.

Disfrutemos hoy de su Sonata académica n.º 5 op. 2. Toda la colección de estas sonadas académicas es un sincero homenaje al gran Arcangelo Corelli, sobre todo su opus 5. Veracini reprodujo el mismo esquema tonal que Corelli. En esta quinta sonata, en sol menor, el compositor crea un ambiente bastante expresionistas, con unos motivos especialmente sorprendentes y que Veracini se encarga de exagerar para crear unos efectos impresionantes. En esta obra encontramos toda la inventiva del florentino con respecto a su uso del contrapunto y cómo exprime al máximo las habilidades del violinista. Esto se demuestra especialmente en el segundo movimiento: un capricho con dos sujetos.

Sus movimientos son:

1. Capriccio VI, con due soggetti: Allegro assai - Adagio assai.
2. Allegro assai.
3. Giga: allegro.

La interpretación es de Luigi Mangiocavallo (violín), Claudio Ronco (violonchelo) y Marco Mencoboni (clave).