Stabat Mater para el Sábado Santo



En este día en el que la Virgen permanece al pie de la cruz, llorando por su hijo muerto pero a la vez dándonos una inmensa lección de fortaleza, vamos a disfrutar de una bella música, ahora que todavía tenemos tiempo gracias a las vacaciones. Creo que el maestro de hoy (uno más) está por primera vez con nosotros, así que lo mejor será recibirlo como se merece.

Te presento hoy a Johann Baptist Vanhal (1739-1813), compositor checo nacido en Nechanice. Sus primeros puestos fueron como organista y maestro de coro en pueblos bohemios pero la condesa Schaffgotsch lo llevó a Viena donde estudió con Dittersdorf. Poco a poco fue consiguiendo dinero para dedicarse a la música por su cuenta. Le dio clases a Pleyel y actuó como primer violinista en el estreno del "Orfeo" de Gluck en 1763. Tras pasar varios años en Italia se estableció en Viena donde trabajó para el conde Erdödy. Se dice que en 1784 tocó en un cuarteto formado por Mozart, Beethoven, Haydn y él mismo (¡cómo debió ser ese cuarteto!). Fue un compositor muy prolífico (parece ser que más de lo que se piensa) siendo su música única, enclavada en el clasicismo pero a veces mirando de manera libre al romanticismo de una forma muy peculiar.

Hoy te traigo su Stabat Mater en fa menor. Fue compuesto en 1775 y su división en doce partes lo hace totalmente adecuado al texto de la obra. Podría rivalizar con el famoso de Pergolesi que es posible que Vanhal conociera. Está escrito para dos voces, cuerdas y órgano. La obra está escrita con reminiscencias operísticas, algo habitual en la época. Aprovechando la variedad del texto y los distintos sentimientos en él reflejado, Vanhal va variando las distintas tonalidades, partiendo del fa menor hasta el último movimento, también en esta tonalidad. La obra termina con un "amén" fugado. La obra tiene una gran calidad pero en ella Vanhal todavía se mantiene dentro de los cánones del siglo XVIII, no brillando con luz propia como lo hizo en su obra orquesta. A pesar de todo, la obra merece ser conocida y disfrutada y eso podemos hacer hoy. ¿Te apetece?

La interpretación es de Natalia Melnik (soprano), Marta Benackova (alto), los Coros de Praga y la Orquesta de cámara de Praga dirigidos por Vaclav Neumann.

Volver arriba