Un arpa llena de melodía



¡Feliz lunes y feliz semana! De nuevo damos el pistoletazo de salida a una semana. Espero que el fin de semana haya estado lleno de descanso para ti, que seguro que hacía falta y que la semana que hoy empieza esté llena de buenas cosas y buenos momentos. Para inaugurarla, te propongo viajar a la Edad Media para disfrutar de la música de un maestro que aparece por primera vez por aquí y que, como otros de la época, es bastante poco conocido, tanto sus obras como su biografía.



Te presento a Jacob Senleches (fl. 1382-3), compositor francés del que no se conoce dónde nació. En 1382 se sabe que estaba al servicio de Leonor de Castilla, tal y como nos cuenta él mismo en una de sus baladas, escritas por la muerte de la reina. Luego estuvo trabajando para Pedro de Luna, cardenal de Aragón y futuro para Benedicto XIII. Su función principal era tocar el arpa, algo que se re coge en un documento de la casa real navarra; concretamente se alude a él como «Jaquemin de Sanleches, juglar de harpe». Introdujo diversas novedades tanto rítmicas como notacionales, lo que lo inscriben dentro del llamado «ars subtilior». Su música aparece en el llamado Códice Chantilly, ejemplo supremo de ese arte más sutil que se fue desarrollando a finales de la época medieval. Sus composiciones son intrincadas, a veces con textos complejos que suenan tan modernas nuestros oídos que no parecen compuestas para la época en que lo fueron. Compuso una obra titulada «Tel me voit» que está dedicada a Guido de Lange, quien probablemente era su maestro.

Quizá su obra más famosa es el virelai La harpe de melodie. Aparece en dos fuentes: una anónima con dos voces y la otra, firmada, precisamente en el Códice Chantilly. La primera está bellamente decorada ya que las notas están conformadas de forman que parecen las cuerdas de un arpa mientras que la segunda está en notación mensural normal en seis pentagramas. En realidad es una obra que podríamos llamar mixta ya que el texto es de un virelai pero la melodía corresponde a un rondó. Las características de ese «ars subtilior» están aquí muy presentes, en una pieza exquisita, sutil, enigmática y que para nuestros oídos suena casi tan moderna como la música contemporánea.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí: fuente 1 - fuente 2.

La interpretación es del Ferrara Ensemble dirigido por Crawford Young.

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