Los encantos del niño

¡Feliz viernes! Ahora que estamos de vacaciones (sí, lo sé, no todo el mundo) es posible que te apetezca escuchar alguna obra más larga de lo habitual. Si es así, prepárate porque hoy te traigo nada menos que una ópera completa. Ciertamente no será una de esas que duran muchas horas (pienso, por ejemplo, en Wagner), no, pero sí una igualmente grandes. Cuando veras cuál es el compositor de la pieza lo mismo te llama la atención porque no esperas una ópera salida de sus manos.

Ninguna de esas obras te traigo hoy sino su ópera L'enfant et les sortilèges, esto es, «El niño y los sortilegios»; subtitulada por Ravel como fantasía lírica. Se trata de una ópera en un acto escrita entre 1917 y 1925 y estrenada ese año en Montecarlo. Tiene libreto de Colette. Trata de un niño de siete años a quien su madre regaña y este lo paga con todos los objetos que tiene a su alrededor. De pronto estos cobran vida y el niño asustado llama a su madre pero no obtiene respuesta. Una ardilla sale en su ayuda y las criaturas terminan perdonándole. Se trata de una composición atípica de Ravel, siendo su segunda ópera (la primera es «La hora española»). Escuchamos valses y ragtimes, arias tremendamente líricas y un obra genial en cuanto a orquestación. Todo ese mundo mágico venía como anillo al dedo del maestro, a quien la creatividad le salía por los poros.
La interpretación es de solistas y la Orquesta y el Coro de la Ópera Nacional de Lyon dirigidos por Louis Langrée.